EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 23 HISTORIA
 

LA LUCHA POR EL AGUA EN ALHAMA DE ALMERÍA (I)

Emilio García Cambra

                                               A la cálida memoria de Consuelo y Jesús,
                                                                                      mi madre y mi hermano,
                                                                                     alhameños de corazón.

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Se cumplirán en unos días once años de mi primera colaboración con  El Eco de Alhama,  revista que iniciaba también por entonces su andadura.  Lo hice con un trabajo titulado Aguas y Baños de Alhama de Almería. En el ya  largo caminar de la referida  publicación, he tenido la oportunidad de repetir tal colaboración en varias ocasiones  – en sus números 8,16 y 18; del mes de diciembre de 1999, 2003 y 2004, respectivamente – sin duda acogido a la generosidad de sus responsables más que a méritos propios. Ahora vuelven a obsequiarme, dando cabida en sus páginas a un nuevo trabajo, al que ya aludí que estaba preparando en el referido número de diciembre de 2004.  Retomo, pues,  un tema tan sugestivo como el de las aguas; y ello a la luz de documentación  totalmente inédita y fiable, que elimina algunas imprecisiones y oscuridades en los relatos conocidos. Tanto el gigantesco y  azaroso esfuerzo  que, en el transcurso de todo el espacio histórico  alhameño, ha tenido la captura del líquido elemento, como  las enconadas disputas a que dio lugar su reparto, creo que  lo justifican.  Pensamos  que el recuerdo de tales sucesos, mirados con  la objetividad y perspectiva que da la distancia,  pueden sugerir conclusiones de interés, más allá de la mayor o menor amenidad del  relato. Porque aprender a conservar con el necesario equilibrio  un territorio tan sensible y de recursos hídricos  limitados como es el de Ahama, es el mensaje que en definitiva quisiéramos transmitir. Especialmente a todos aquellos que, desde cualquier rincón, sienten y aman a este pueblo.

EL AGUA, MADRE DE LA VIDA

Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era confusión y caos, y tinieblas cubrían la faz del abismo, mas el Espíritu de Dios se movía sobre  las aguas.
Y dijo Dios : “ Haya luz”, y hubo luz. Vio Dios que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Llamó Dios a la luz día y a las tinieblas las llamó noche, y hubo tarde y hubo mañana: primer día.
Después dijo Dios : “ Haya un firmamento en medio de las aguas que separe unas aguas de otras”. Hizo Dios el firmamento y separó las aguas que estaban bajo el firmamento de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y así fue. Llamó Dios al firmamento cielo; y hubo tarde y hubo mañana: día segundo.
  Y dijo Dios : “ Júntense en un lugar las aguas que quedan bajo el cielo y aparezca lo seco”. Y así fue. Llamó Dios a lo seco tierra y a la reunión de las aguas llamó mares. Y vio  Dios  que estaba bien.(Descripción de la creación, según el Génesis)
 
El agua está con la vida y es vida fecunda desde el origen del mundo, constituyéndose por ese vitalismo en cauce espiritual desde los comienzos de la Humanidad.  De ella se ha dicho que regenera  y purifica; que es fértil, femenina y maternal. Origen de todas las cosas y virtudes y por consiguiente el elemento curador por excelencia, del que el hombre ha   dependido siempre.  Sus efectos curativos se han  atribuido al halo favorecedor de los espíritus, invocados por medio de la hechicería,  las ninfas o  los dioses,  según los tiempos.

El agua, madre de la vida

ALHAMA, UN LUGAR  DE SEÑORÍO EN LA TAHA DE MARCHENA

Resulta obligado recordar, en términos de fugaz recapitulación, algunas de las señas de identidad de nuestro pueblo  y de la comarca a que pertenece, pues aunque los datos que siguen son en su mayoría conocidos, consideramos que  pueden ayudar a situar con mejor perspectiva al lector  menos informado y, en general, servirnos de referencia en el  posterior detalle de nuestro estudio.


Si geográficamente la Taha de Marchena  es una comarca de pequeña extensión -algo menos de 200 Km2 en la actualidad - históricamente presenta rasgos  peculiares, al ser sus tierras  camino natural de penetración  desde la costa almeriense al interior y punto de confluencia  de diferentes culturas a lo largo de los tiempos, lo que posiblemente la convirtió en escenario de sucesivos y duros enfrentamientos, a veces de sobrecogedora crueldad.  Ya el propio topónimo  Marsana  debe ser versión árabe de otro anterior, quizás una forma derivada del antropónimo latino Marcius,  posiblemente ostentado por alguna relevante familia de origen o ascendencia romana radicada   por estos lugares.

Alhama, un lugar de señorío


Con independencia de los conocidos asentamientos prehistóricos en algunos puntos de esta comarca, evidenciados por importantes hallazgos arqueológicos - tumbas megalíticas en  las Lomas de Galera y  Huéchar,  Los Millares, etc.- tradicionalmente se ha venido diciendo, en base a referencias en fuentes árabes de fechas tempanas,  que la fundación de Alhama  fue obra de los marinos de Pechina, allá por el IX.  Sin embargo, del estudio de los restos arqueológicos  encontrados, resulta  cada vez más patente la presencia romana en esta comarca. Algunos ejemplos así lo ponen de manifiesto:  la aparición de la denominada Dama de Alhama, escultura femenina de mármol blanco, mutilada y datada en torno al siglo II  de nuestra era, encontrada en la ejecución de unas  obras de alcantarillado en octubre de 1984      ( Cara y Rodríguez: 1992 ); el hallazgo en el frontón municipal de un  fuste o columna de piedra caliza, de casi un metro de altura y 22 centímetros de diámetro, asociado con otros elementos constructivos, tales como los restos de un muro de piedra de sillería y, en fin,  la existencia de una  construcción hidráulica, puesta al descubierto al efectuar el vaciado de un solar. En este último caso, se trata de una balsa de importantes proporciones, con una cronología aproximada del siglo II. Una síntesis de los hallazgos arqueológicos en el pueblo de Alhama  la ha efectuado recientemente Maria Carmen Amate Martínez       ( 2007: 57-68).  La aparición de estos y otros elementos, que guardan indudable relación con el agua y que han sido rescatados en zonas próximas al nacimiento de sus aguas termales, dan pie a considerar la posible  existencia aquí de una estación termal romana alrededor del siglo II. Como sabemos, los romanos colonizaron intensamente el sudeste peninsular, explotando - al igual que sus antecesores - las minas de las sierras de Gádor y Almagrera. Tanto  las referencias  literarias y los topónimos  como los restos arqueológicos e inscripciones latinas, revelan un prolongado paso por nuestra tierra de aquel pueblo. El baño público formaba, como sabemos, parte del bagaje de esa romanización. Gran número de manantiales se dedicaron entonces a algunas de las divinidades sanadoras, a las que se les rendía culto y se agradecía su beneficiosa influencia ofreciéndoles  exvotos (1).

MÁS DE TRES SIGLOS -HASTA LA CAÍDA DEL ANTIGUO RÉGIMEN- PERTENECERÁ ALHAMA AL SEÑORÍO FEUDAL DE LOS CÁRDENAS. DIECISIETE TITULARES SE SUCEDERÁN EN EL MISMO.

En posteriores fuentes musulmanas abundan también las referencias a Marchena, relacionadas con el  poblamiento de la zona y con la importancia de su fortaleza ( Al-Udrí,  Idrisí, etc.). A mediados del siglo XIV es cuando tiene lugar el proceso no suficientemente conocido de la creación de las Tahas. En torno a Marchena se fue creando una especie de tutela  por parte de algunos personajes ilustres del reino mazarí,  y de ello deriva que posteriormente pasara por herencia a Cidi Yahya Alnayar. Por ironías del destino, la Taha de Marchena vino a recaer finalmente en manos de Gutierre de Cárdenas en 1494, precisamente la misma persona que había negociado en Baza, en los cruciales primeros días del mes de diciembre de 1489, el futuro estatus personal y económico del citado Alnayar. Volátil  reconocimiento entonces, bajo compromiso real, de sus derechos sobre esta Taha (2)
De esta forma,  por  más de tres siglos –hasta la caída del Antiguo Régimen- pertenecerá Alhama al señorío feudal de los Cárdenas. Diecisiete titulares se sucederán en el mismo.  José Luis Ruz   los ha singularizado  en el tiempo, no sin antes advertirnos con pincelada certera: Escondidos tras el genérico nombre de duque de Maqueda, da la impresión de que un único y eterno señor gobernara la taha durante tan largo periodo ( 1999: 1 )

LA LARGA SEQUÍA

Pero la utilidad de todo aquel territorio, propiedad de la familia Cárdenas por donación pura, perfecta y acabada –según se lee en el propio documento de 1494-  pronto se vio reducida  por el efecto devastador desencadenado por las  fuerzas de la naturaleza. Como sabemos, 28 años después de esa donación, semejantes fuerzas descargaron  sobre Alhama, sacudiéndola con especial intensidad. Su fuente termal se hundió y perdió. Reducido a ruinas el lugar, se despobló.
En los términos que siguen dejó constancia documental de aquella desgracia, poco después de haber ocurrido, el escribano almeriense Alonso de Palenzuela:
Sea memoria que el lunes 22 días del mes de septiembre de 1522 años, a hora de las diez horas del día, vino el terremoto y tierra tremol a Almería y su río, murió en mi casa mi mujer Beatriz de Solís, y Juan Madmudí, yerno del Dendiní, y Francisco Dendení y la del sombrerero. Bendito y alabado sea nuestro Señor Dios por todo. Amen (3).                                                                                                                                                  
En este estado de sequía permaneció este pueblo durante setenta  años, según la documentación consultada:
- Libro de Apeo y Repoblación de Alhama, del año 1573 … que era una fuente de mucho provecho y que el año del terremoto que sucedió en la dicha ciudad de Almería la dicha fuente se hundió y perdió (…) y ansi no quedó agua en el dicho lugar ni los vecinos moriscos la tenían …
-Visita de Jorge de Baeza Haro, 25 de febrero de 1593  … parece que convine que se buelba a poblar dicho lugar donde solía estar y no en Galacha porque de poco tiempo a esta parte se a hallado agua bastante para beber los vecinos que volvieren…

De acuerdo con la conocida tradición popular, el redescubrimiento del agua se produjo de manera casual el 9 de abril de 1594seguidamente se  empezaron los trabajos y el 14 del mismo mes volvieron las aguas a correr por los antiguos cauces...  Como se desprende del informe del citado Visitador  Real, extendido en 25 de febrero de 1593, la fecha de aparición del agua es algo anterior; de poco tiempo a esta parte... y precisa más adelante ... de pocos días a esta parte ...  Es posible que lo fuera de forma casual…los perros entraron por una estrecha mina y salieron mojados. Tras  un largo periodo  de recarga sin consumo, el agua bien pudo aflorar por alguna grieta y remansar próxima a la superficie. Pero de lo que sí estamos seguros es de que los trabajos de captación y distribución de las aguas no se realizaron en 5 días, como indica la  tradición. Este suceso, ciertamente importante, bien pudo ser retocado con pinceladas de espectacularidad en sus  transmisiones orales. Como resulta fácil colegir, fue un proceso laborioso y bastante más espaciado en el tiempo. Máxime si consideramos  los  medios técnicos y económicos de que disponían aquel puñado de empobrecidos repobladores, obligados por la falta de agua  a permanecer  desperdigados por Huécija y otros lugares. La documentación inédita y fiable que hemos tenido la oportunidad de manejar, viene a confirmar cuanto decimos.

EL LENTO RESURGIR

 En efecto, una serie de registros notariales -que transcribimos íntegros en Apéndice Documental- nos dan puntual cuenta de que, todavía a mediados de diciembre del año 1600 el agua de Alhama, aunque descubierta, permanecía   debaxo de tierra. Y también nos ilustran de algunas cosas más, como veremos a continuación:
a) El 17 de diciembre del año citado, el concejo de Alhama presidido por Cristóbal de Guiles y Juan Ruis Belmudes, como alcaldes, Marcian Ordoño y Felipe Cortés, en calidad de regidores, en unión de un reducido número de repobladores, se reúnen en Huécija … todos juntos y de mancomún… cada uno de nos por sí  y por el todo…y en nombre de los demás vecinos que tienen haciendas en el dicho lugar de Alama (sic)… y dixeron:  que por quanto a la utilidad y pobladores del dicho lugar conbiene que el agua que por debaxo de tierra  en el dicho lugar sea sacada, se convinieron y conçertaron con Amador Amate, el de los mulos, de que saque la dicha agua a su costa y mission…y quando la aya acabado de sacar, cada vezino de cada suerte que tubiere en el dicho lugar le a de dar un trançe … para que se sirba y goçe de dicho trançe quatro años y luego lo a de volver a su dueño con el agua balsa…y a de ser  el agua que a de sacar toda la que oi se parece estar debaxo de tierra hasta que tenga su corriente al paso del suelo de lo angosto do al principio se apareció el agua y a de ir con el acequia hasta llegar a los bancales la dicha corriente…

De acuerdo con la conocida tradición popular, el redescubrimiento del agua se produjo de manera casual el 9 de abril de 1594

b) Veinte meses después, es decir, el primero de septiembre de 1602,  el cabildo y ayuntamiento de Alhama, se reúne también en Huécija,  … para proveer las cosas tocantes a dicha villa. Al parecer el mencionado Amador Amate, el de los mulos, también conocido por el menor, se había asociado para entonces en la empresa de sacar el agua con tres más:  el  alcalde Cristóbal de Guiles, Pedro de Malaguilla y Jayme García. Manifiestan que an començado a sacar la dicha agua y tienen necesidad de dineros para acabarla y porque ellos están alcançados con el gasto que se a fecho y los vecinos también lo están, que se ynbíe a dicho Cristóbal de Guiles a Elche a besar las manos de mi Señora la Duquesa y darle el pésame de la muerte de mi Señor, e que se le pida e aga merced a esta villa de quatro mill reales, prestados o como fuere servida, pues el aprovechamiento que dello le siga a su Excelencia es grande… Así lo acuerda el cabildo, y en la misma fecha dan poder amplio a Cristóbal de Guiles, ahora en su doble función de alcalde y socio de la empresa,  para  ir a  Elche a solicitar los citados 4.000 reales, en los  términos que conviniere con la duquesa de Nájera y Maqueda. En carta de obligación independiente, se   declaranprincipales responsables, ante el resto de los vecinos, en el cumplimiento de las obligaciones pecuniarias que pudieran contraer con la mencionada duquesa  (3).

Amador Amate, el de los mulos, tambien conocido por el menor, se había asociado por entonces en la empresa de sacar el agua con tres más: el alcalde Cristóbal de Guiles, Pedro de Malaguilla y Jayme García.

c) El 8 de octubre siguiente, el consejo de Alhama da poder a Felipe de Alarcón, vecino pero estante entonces en Granada, para que los defienda… y saque el pedazo de tierra de que tomó posesión la dicha ciudad, siendo de dicha villa e de la población  della, en el pago de los derramaderos de Alhama…
d) El 4 de febrero de 1603, siempre desde Huécija, el  Concejo, Justicia y Regimiento de Alhama da poder a Amador Amate, el viexo, rexidor  – posiblemente otro familiar del igual nombrado encargado  de sacar las aguas-  para que en su nombre y en el de los demás vecinos pueda tomar fiadas hasta en cantidad de cien fanegas de trigo de cualquier  personas a donde las hallare…
e) Casi 29 años más tarde, es decir, el 18 de diciembre de 1629, también desde Huécija, Martín Salmerón, alcalde Alhama, en unión de seis pobladores más, manifiestan haberse concertado con anterioridad con Alonso Carrillo, escribano de S.M.,  vecino de Granada, y con Martín Román -no citan la fecha, pero sí que lo hicieron ante el escribano Luis de Medina- obligándose a sacar el agua de Alhama dentro de tres años … y por ella dichos pobladores  les han de dar las tierras dellos por ocho años…   Formalizan, además, un nuevo acuerdo, habida cuenta  que ... el agua que a sacado falta o no es bastante para regar sin tener balsa…  Se comprometen a hacer por su cuenta y cargo  la balsa en la forma puesta, amoxonada y señalada…  A cambio, podrán continuar con las tierras de los vecinos un año más de los dichos ocho años.
f) Transcurridos más de trece meses, exactamente el 16 de febrero de 1631, el referido Martín Salmerón  se obliga con el citado burócrata granadino y su socio Martín Román, a sacar más agua en Alhama, antes de fin de mayo de ese año. Dependiendo de la cantidad de agua que sacaren, así será la compensación económica… si sacare asta tanta agua como oi sale le an de dar çinquenta ducados Martín Román y otros çinquenta Alonso Carrillo e si sacando tanta (más) agua como la que oi sale le an de dar cada uno çien ducados e si no la sacare no an de dar nada e a de perder el travaxo…
Como vemos, es en septiembre de 1602 cuando declaran haber comenzado a sacar el agua. Veintisiete años después confiesan la necesidad de construir balsa reguladora de riego.

Pero los registros notariales consultados desvelan, como hemos dicho, algunas cosas más. Por ejemplo, vemos como  distinguían los diferentes días de la tanta con el apellido de sus titulares, sustituido en ocasiones por el apodo, de uso tan frecuente en las zonas rurales. A lo largo de los años algunos de   estos días cambiaron de nombre (4). Inicialmente fueron 18 los días, igual al número de repobladores o vecinos existentes en el momento del reparto del agua, incluido el beneficiado y el sacristán. Es decir, todos los que se concertaron con el citado Amador Amate, el de los mulos, para que sacara el agua en el año 1600. Vemos también que, cuando en septiembre de 1602 ya han sacado el agua, quedan exhaustos económicamente y se ven precisados a pedir ayuda a la duquesa. Unos días después tienen que pleitear en Granada, pues algún oportunista burócrata se había apoderado manu militari de un pedazo de tierra, precisamente en zona tan sensible como el pago de los derramaderos de Alhama.  Es importante resaltar en este caso, cómo argumentan la defensa de sus derechos – en definitiva, el de la propiedad de las aguas, en realidad la cuestión de fondo en juego-  Se les había arrebatado esa  tierra, dicen ... siendo de dicha villa e de la población  della.  En otras palabras, les pertenecía por repartimiento. Parece que ya era corriente la costumbre de disociar las aguas de la tierra, negociando aquellas como un valor independiente de ésta (5).


Desconocemos el grado de ayuda que en este punto prestaron los duques. Se ha dicho que la balsa la costearon a medias con el consejo – Rodríguez y Cara, 2004: 23-, pero si el costo se distribuyó así, no fue destinado a la balsa de todos conocida – actualmente soterrada – sino a otra primitiva que hay que ubicar en zona próxima, teniendo en cuenta la dirección del cauce de la fuente vieja. En todo caso, la acción impulsora de los Cárdenas, por propia conveniencia, debió de existir. En 1635 visitó esta Taha el IV Duque, Jorge Manuel de Cárdenas Manrique de Lara, que fue gobernador de Orán. Por entonces se construyó la casa-lavadero de lanas, que convirtió a Alhama en centro de actividades ganaderas en la comarca, precisamente por disponer de un curso permanente de agua termal.  También debió de habilitarse o construirse de nuevo el molino harinero, pues cuando en 1704 la duquesa dota los nuevos curatos – entre ellos, el de Alhama -  aporta al mayorazgo que a tal fin había fundado doña Teresa Enríquez, bienes propios y libres, tales como ... un molino de pan moler debajo de la fuente principal        - García Campra, 2004: 10 -  Este molino, tan popular en el pueblo, lo vendió en 1820 el marqués de Astorga a Francisco López Iborra, el menor, en 16.900 rs.(6). En el ecuador de esta centuria debió de producirse la recuperación por los vecinos de las suertes de población cedidas, así como  la fuente y la balsa.

Cuando en septiembre de 1602 ya han sacado el agua, quedan exhaustos económicamente y se ven precisados de pedir ayuda a la duquesa.

Por todo lo expuesto, a este  penoso caminar lo hemos calificado como un lento resurgir. Ello se hace más patente cuando observamos el hecho de que, si bien aquellos repobladores pertenecían a una sociedad profundamente sacralizada,  permanecieron con su iglesia arruinada y sin culto hasta una fecha tan avanzada como la de 1672.

EN EL SIGLO DE LAS LUCES

Durante el siglo XVIII siguen incrementando la superficie cultivada, especialmente las viñas, y se multiplican las ventas de agua. Habida cuenta su fuerte demanda, los precios alcanzan respetables cotizaciones, en torno a 1.000/1.200 rs. la hora, según hemos podido comprobar. Son frecuentes las transacciones de 15 minutos. Todas ellas se realizan a título particular, sin que por el momento hayan aparecido antecedentes de sociedad que tutelase los riegos. Para el mejor control de estas minúsculas fracciones, tan vitales aun así, los vecinos del pueblo acuerdan en 1756 comprar al cabildo catedralicio almeriense, al fiado, un reloj de horas y cuartos, con pesas, aderezado y corriente, fabrica de hierro, con puntos de bronce...para el lugar de Alhama y el régimen de su comunidad de vecinos en la distribución de las aguas con que se riegan sus haciendas...reloj que había cumplido su cometido en la torre de la catedral, en el precio de 6.000 rs. Seguramente con esta adquisición el relojero del pueblo vio aliviada su labor. Al final de esta centuria, en 1791 se produce el primer tapón protector en la galería de la mina  de El Chorrillo.

 

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