El Eco de Alhama número 28                                                                                                                                      Ecologia y Medio Ambiente

Bloques Cantera

Salto y primera poza

Cabecera del barranco

Tras adentrarnos en él, curso arriba, apenas a unos cientos de metros después de haber dejado la acequia de Gatuna, podemos contemplar unos cuantos bloques de piedra de grandes dimensiones perfectamente cortados y algunas paredes lisas de las que adivinamos sacaron los bloques. Sin duda parecen grandes moles de mármol, de color gris y marrón, restos de los intentos de estracción de roca en un pasado ya lejano, mediante una explotación que seguramente fue abandonada por su baja rentabilidad, gracias a lo cual ha podido conservarse este bonito barranco. Quizás éste sea el motivo por el que muchos lugareños lo conocen como el barranco de "Los Marmoles" si bien hay que decir que no se trata de esta roca sino de dolomías grises travertinos rojos, ambas variedades de roca caliza.

Continuando barranco arriba, llegamos hasta un increíble algarrobo, de considerable tamaño, junto al cual una poza, a los pies de un enorme salto de más de diez metros, nos impide seguir nuestro ascenso por el curso del barranco.

Maravillados por la singular belleza de este hermoso paraje, dedicamos buena parte de nuestro tiempo a investigarlo, en busca de nuevas opciones de AFMN para nuestro alumnado. La exploración del terreno nos llevó hasta la cabecera del barranco, otro precioso rincón, que sorprende al visitante, al encontrarse, en una zona tan árida, con un hilo de agua transparente y cristalina, que descendiendo lentamente, llena varias pozas, dando lugar a un pequeño oasis, repleto de exuberante vegetación.

Una verdadera joya, para los amantes de la naturaleza, y que bien merece la pena conservar para que futuras generaciones puedan disfrutarla. Avanzando curso abajo, descubrimos sinuosas formas esculpidas, caprichosamente en la roca, por la tremenda fuerza del agua, cuyas intensas corrientes han ido desgastándola.

Avanzando curso abajo, descubrimos sinuosas formas esculpidas, caprichosamente en la roca, por la tremenda fuerza del agua, cuyas intensas corrientes han ido desgastándola.

Tras un bonito tramo, con algún que otro paso ligeramente complicado, llegamos a un complicado salto, con una gran poza de agua, que de nuevo imposibilita nuestro avance, impidiéndonos disfrutar de la parte intermedia del barranco.

Atraídos por la tremenda belleza del entorno, decidimos adecuar los diferentes saltos para poder recorrer su curso completo con nuestro alumnado. Allá por el año 2002 se instalaron, en diferentes zonas del barranco, los anclajes necesarios para poder ir descendiéndolo, con las necesarias medidas de seguridad. Desde entonces una nueva modalidad de AFMN, el descenso de barrancos, se unió a las anteriormente mencionadas y pasó a

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