EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 22 EDUCAR PARA ...
 

Lisardo García Matarín, Doctor en Medicina
Médico de Atención Primaria. Distrito Poniente de Almería

MEJORAR NUESTRA SALUD CARDIVASCULAR: UN RETO DE TODOS

La mayor amenaza que se cierne para el futuro de la salud de España y del resto de los países occidentales no proviene del rearme nuclear de Irán o del terrorismo radical islámico sino del zarpazo producido por las enfermedades cardiovasculares: infarto agudo de miocardio, angina de pecho, infarto o hemorragia cerebral, obstrucción de las arterias de las piernas, etc. Los españoles en 2006 disfrutamos de la mayor esperanza de vida que hemos conocido nunca y de los altos estándares de salud, equiparables sino superiores a los países europeos de nuestro entorno socioeconómico. Precisamente para seguir elevando nuestro nivel de salud y de calidad de vida tenemos que hacer frente a la causa que produce mayor enfermedad y muerte. En 2004 el Instituto Nacional de Estadística nos informaba, que 80.000 españoles sufrían un infarto agudo de miocardio de los cuales 30.000 morían, casi las mismas personas que murieron durante la guerra del Vietnam a lo largo de 10 años, (el infarto agudo de miocardio es la primera causa de muerte en hombres en España y el infarto cerebral o ICTUS es la primera causa en mujeres, muy por delante del cáncer y de los accidentes de tráfico que ese año se llevaron la vida 3.500 españoles. A raíz de los datos anteriores podemos preguntarnos, ¿Cuáles son las causas que provocan esta catástrofe?, ¿Porqué son tan frecuentes?.

La ciencia médica ha conseguido identificar las causas modificables de esta epidemia del Siglo XXI, son: el aumento de la tensión arterial, el tabaco, la elevación del colesterol en la sangre y la diabetes. Aunque estas causas solo nos explican la mitad de esa enorme morbimortalidad, su control disminuiría sensiblemente, esta carga de enfermedad y muerte en nuestra población, ¿Pero por qué son tan frecuentes?, ¿Por qué estos denominados factores de riesgo son cada vez mas frecuentes en nuestra población adulta?. Una posible explicación surge del cambio tan brutal que ha sufrido la sociedad española en los últimos 60 años: hemos cambiado radicalmente nuestro estilo de vida en el sentido de que ingerimos más calorías y gastamos menos, nos hemos vuelto más sedentarios. Desde hace mas 50.000  años el diseño genético del hombre ha estado en función de un entorno hostil, donde conseguir alimentos, era una tarea ardua y difícil y suponía una lucha continua con el medio. La obtención e ingesta de alimentos se obtenía cazando y se producía de una manera muy irregular. Así pues, nuestro mapa genético se adecuó durante años a escasa comida y mucha dificultad física para conseguirla, lo que se ha denominado el gen ahorrador. Cuando colocamos al ser humano con esa genética, en un ambiente de abundancia de alimentos energéticos que se obtienen sin esfuerzo y sin desgaste físico alguno, es cuando sobrevienen problemas como la obesidad, que desembocan en la hipertensión arterial y en la diabetes. Todo lo anterior se puede resumir en una frase afortunada de un profesor americano que dice, que las enfermedades cardiovasculares son la consecuencia de unos genes antiguos (genes del paleolítico) con un modo de vida del Siglo XXI; cuando el ser humano va en contra de su genética, la presencia de la enfermedad es inevitable. Solo dos ejemplos para ilustrar el razonamiento anterior. El porcentaje de obesidad infantil en España es el segundo mas alto de Europa (después de Malta) rozando el 16%. Dice el profesor Valentín Fuster que aquel que no sea capaz de controlar sus factores de riesgo cardiovascular, que no espere grandes descubrimientos de la ciencia para salvarlo de una enfermedad cardiovascular. Estas cuestiones deben de hacernos reflexionar sobre las grandes contradicciones del mundo en que vivimos, ya que, en líneas generales la mitad de la humanidad (la del hemisferio norte) se muere por exceso de comida, mientras que la otra mitad (el hemisferio sur) se muere de lo contrario: de hambre. No quiero hacer demagogia con cuestiones tan serias, ni apartarme del objetivo de este articulo, pero si nos debe mover a la reflexión, cuestiones como la ética del desarrollo actual y el agotamiento continuo de los recursos naturales, del mal llamado desarrollo sostenible. Pero en fin esta cuestión sería motivo de otro articulo por si solo.
No disminuiremos el numero de infartos, construyendo mas Unidades de Cuidados Intensivos, sino haciendo cambiar los malos hábitos de vida en la población y disminuyendo su riesgo vascular (a tal efecto, existen programas informáticos que se pueden incluir en dispositivos portátiles electrónicos, donde podemos conocer el riesgo de tener un evento cardiovascular, en función de nuestra edad, sexo, nivel de colesterol, y presión arterial y si se es fumador o no). Como dice el dicho popular, es mejor poner una valla en el borde del precipicio, que un hospital en su fondo.
Una vez tomada la conciencia de nuestra situación solo nos queda ponernos manos a la obra. El comer menos, movernos mas y abandonar el tabaco a quien sea fumador, serán sin lugar a duda las decisiones mas sabias que uno puede tomar sobre su salud. Es la solución aparentemente sencilla a esta grave situación. Bajar nuestro peso si lo tenemos elevado (bajadas modestas de peso de solo el 10%, ya producen beneficios sobre nuestra salud, sin tener que bajar hasta nuestro peso ideal), disminuyendo nuestras calorías en la dieta sobre todo a expensas de las grasas animales, volviendo a un tesoro olvidado, cual es la dieta mediterránea (consumo de comidas de cuchara, garbanzos, lentejas, alubias, pescado en vez de carne, junto a frutas, verduras y un copita de vino)  aumentando nuestro ejercicio físico (caminar 1 hora al día durante 5 días a la semana, como mínimo). Osea volver al estilo de vida de la España de los años 60, sería el comienzo de una solución sencilla a un problema complejo. Después se debe indicar  medicación a quien la necesite, pero siempre como un complemento, no como un sustituto del ejercicio de físico y la alimentación cardiosaludable, que tiene que estar en la base del cualquier cambio de estilo de vida saludable. Los médicos deberíamos prescribir más ejercicio físico en nuestras consultas y menos fármacos.

Así pues, quiero llegar a ti, a la persona que este leyendo este articulo, para la  información anterior la hagas tuya, la asimiles y la interiorices, en el sentido de que abandones el hábito de fumar si lo tienes, que incorpores el ejercicio físico y la alimentación sana, como una rutina mas en tu vida cotidiana, serás la mejor y mas sabia decisión que jamás hayas tomado para el beneficio de tu salud.