EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 9 | HISTORIA |
Sobre los nombres de Alhama: Memoria e Historia
(1)
Ma Carmen Amate
Historiadora
No es probable encontrar entre los municipios de nuestra provincia pueblos que hayan visto, con el transcurrir de los siglos, su nombre sometido a múltiples cambios por avatares diversos, tal como sucede con Alhama. |
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La evolución de un nombre
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Fue
una catástrofe natural la causa que originó que Alhama perdiera el sobrenombre
de Almería otorgado en el siglo XIII por el arzobispo toledano D. Rodrigo Giménez
de Rada (3), y el de "Alhama de Marchena"
(4), topónimo por el que también fue
conocida hasta el terremoto del año 1522.
La
pérdida de sus aguas provocó el total abandono de la población. Años más tarde,
hacia 1576, Alhama recobró sus aguas aunque el apelativo de "la Seca" se mantuvo
unido al nombre y así nos la describen autores tan conocidos como Luis del Mármol
Carvajal en su descripción de la rebelión morisca de las Alpujarras (5),
que la cita como una alquería de la Tahá de Marchena con el nombre de Alhama
la Seca que se le atribuyó a partir del terremoto de Almería.
Terremoto
conocido por los testimonios contemporáneos como Fray Prudencio de Sandoval,
quien relata lo sucedido: "levantaronse montes e tierras, descubriendose fuentes
donde no las había, e otras se cegaron...".
Un
breve recorrido a través de los siglos nos muestra que Alhama mantuvo el sobrenombre
de "la Seca" durante muchos años. Las grandes fuentes documentales para el estudio
de una zona determinada durante los siglos XVIII y XIX, caso del Catastro del
Marqués de la Ensenada elaborado durante los años centrales del siglo XVIII,
o del Censo de Población de 1786, llamado también Censo Floridablanca (6)
la describe como "Alhama la Seca, lugar de Señorío con un total de 1.894 almas".
Así mismo la recoge el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz (7)
un siglo más tarde.
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Los
nuevos tiempos propician cambios y no era el nombre de Alhama la Seca el más
adecuado para un municipio que se enorgullecía de contar con un centro de aguas
termales de reconocido prestigio en toda España. Las numerosas referencias escritas
(8) sobre las propiedades, beneficios
y calidad de sus aguas son un claro exponente de la importancia alcanzada por
esta riqueza natural.
Bajo
estos planteamientos, el proyecto de cambiar el nombre de Alhama se hizo cada
vez más consistente entre las personas que constituían la Junta Directiva de
los Baños de Alhama la Seca. Como en otras muchas ocasiones, la desaparición
de la mayor parte de la documentación generada por el proceso de cambio nos
impide conocer los pormenores de tal acontecimiento, así como la identidad de
los protagonistas del proceso. Con un argumentado informe se solicita la sustitución
del nombre de Alhama la Seca por el de Alhama de Almería, pues consideraban
que era un nombre más acorde para una localidad en las que sus aguas, consideradas
de utilidad pública, y sus baños termales, constituían un importante factor
de desarrollo para la economía del municipio. El citado informe se remitió al
Ministerio de la Gobernación, era su titular D. Francisco Romero Robledo. Junto
a esta petición, el entonces Médico-Director del establecimiento balneario solicita
el cambio de fechas para la temporada oficial de baños, en beneficio de los
numerosos bañistas que año tras año acudían a tomar las aguas.
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![]() Anuncios de los servicios ofrecidos por el Balneario, publicados en la Crónica Meridional. Años 1879 y 1880 |
La
prensa de la época recoge la noticia en sus primeras páginas (9).
Una vez más Alhama ha cambiado su sobrenombre. El calificativo de "la Seca"
al que fue unido durante más de tres siglos ha quedado en el olvido. Son los
motivos económicos, en este caso, los que propician la modificación de su identidad.
La
documentación consultada correspondiente a los primeros años de la década de
los ochenta nos muestra la aceptación despertada por el nuevo nombre, más en
consonancia con los nuevos tiempos, aunque en principio fue habitual el uso
de las dos denominaciones al mismo tiempo: "Alhama de Almería antes Alhama la
Seca" (10).
Cincuenta
y un año habrán de transcurrir para que el municipio se planteara una vez más
la modificación de su nombre.
La
proclamación en Abril de 1931 propició que Almería rindiera un merecido homenaje
al ilustre alhameño D. Nicolás Salmerón (11).
Trataban con este acto los republicanos almerienses de resarcir la memoria del
político republicano que tantas veces había luchado por representar a nuestra
provincia como diputado en el Parlamento de la Nación.
Con
motivo de celebrar el vigésimo tercero aniversario de su muerte, los representantes
de la II República española trataban de organizar un homenaje, que ya se gestaba
en Almería desde meses antes, al alhameño D. Nicolás Salmerón y Alonso. Una
serie de actos institucionales organizados por la Comisión creada para tal fin,
junto con el Ayuntamiento de la capital incluía como acto central del programa
la visita a Alhama, tierra natal del homenajeado, y la inauguración oficial,
con la celebración de un acto político, del monumento dedicado a su memoria
ya inaugurado unos años antes por los alhameños (12).
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"Alhama
de Salmerón recibe el homenaje de la España republicana a su más esclarecido
hijo". Bajo este titular el Diario de Almería recogería en un amplio artículo
la descripción y el desarrollo del acto. Las intervenciones se sucedieron desde
el balcón de la casa de D. Nicolás; la "Huerta Rosalía" acogería a una población
emocionada que escuchó con entusiasmo las palabras de los dirigentes políticos
glosando la figura de Salmerón. Una nutrida representación del partido Radical
Socialista femenino de Alhama puso una nota colorista en el acto. Fue, precisamente
en este acto político cuando uno de los oradores, D. Luis de Hoyos, discípulo
y amigo personal de D. Nicolás, durante su intervención, lanzó la propuesta
de que Alhama debía unir a su nombre el del insigne político: "...no se deben
poner Alhama la Seca, porque al poner Alhama la Seca no se fijan más que en
el terruño, ávido de agua....., pero hay otros valores más altos, y yo me atrevería
a decir que habéis de cambiar el nombre de Alhama la Seca (...) por el específico
de Alhama de Salmerón" (13).
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Inauguración del monumento dedicado a D. Nicolás Salmerón, realizado con la participación económica de todos los alhameños |
La
propuesta despertó el entusiasmo entre los asistentes y especialmente, el compromiso
de la corporación municipal de asumirla (14).
Se
inicia así de nuevo un proceso, que no resultaría desconocido para los alhameños.
El acta de la sesión de Pleno del día 22 de Septiembre de ese mismo año, celebrada
en el ayuntamiento bajo la presidencia de D. Francisco López y López, primer
alcalde republicano, recoge la moción presentada por el máximo dirigente de
la corporación y propone: "que tomen el acuerdo como tal entidad, representante
del municipio, de variar el nombre de este pueblo para que, en vez de llamarse
Alhama de Almería, se llame, en adelante Alhama de Salmerón y que del mismo
modo acuerde actuar de forma directa en el trámite y resolución del expediente
que sea preciso" (15).
El
expediente de petición, acompañado de numerosos escritos de adhesión de los
vecinos de Alhama, se envió al Ministerio de la Gobernación, que sometió al
Consejo de Estado la solicitud recibida. Si bien, algunos de los organismos
consultados emitieron su voto favorable al cambio, caso de la Diputación Provincial
de Almería y la Dirección General del Instituto Geográfico, Catastral y Estadístico,
no sucedió así al emitir su informe la Sociedad Geográfica Nacional que basó
su negativa en: "a pesar de lo honroso y enaltecedor acuerdo de Alhama de Almería
(...) este pueblo ha cambiado de nombre otra vez ya que en el Diccionario de
ciudades y villas, etc. De 1789, se llamaba Alhama la Seca".
No
obstante, la aprobación emitida por el Instituto Geográfico, Catastral y Estadístico
tuvo la suficiente fuerza para que el deseo de los alhameños se hiciese realidad.
Casi un año más tarde la Gaceta de Madrid (16)
publicaba en sus páginas el acuerdo adoptado por el Consejo de Estado al considerar
que "el nombre principal del pueblo ha de conservarse inalterable, y el nombre
anterior, ni es muy antiguo ni indiscutible, ya que en el uso corriente no es
siempre utilizado por conservarse aun el otro nombre anterior" (17).
Ciertamente,
auque el Consejo manifestaba algunos reparos al aceptar el cambio de denominación
por adoptar el de una persona, reconocía, al mismo tiempo, que en este caso
se daban unas condiciones excepcionales al ser considerado D. Nicolás Salmerón
como una gran figura de la historia de España. De ahí que emitiera su informe
de aprobación exponiendo que "... procede a modificar el nombre del municipio
de Alhama de Almería, designándole en lo sucesivo Alhama de Salmerón".
El
acta de la sesión del Pleno celebrado la noche del 31 de octubre de 1932 presidida
por el alcalde D. José Mazo nos acerca al ambiente de júbilo que en Alhama se
vivió ante la decisión adoptada por el Ministerio de la Gobernación (18).
Entre
los diferentes nombres adoptados ha sido éste la denominación menos duradera
en el tiempo. Apenas ocho años disfrutaron los alhameños de ver unido el nombre
del pueblo al de un paisano universal como fue la figura de D. Nicolás. La consulta
de la documentación oficial generada por el Ayuntamiento durante estos años
nos muestra que durante toda la contienda civil, Alhama siguió denominándose
de Salmerón. El día 28 de Febrero de 1939 tuvo lugar el último acto realizado
en el Ayuntamiento de Alhama de Salmerón. Una vez más las motivaciones de índole
política vendrían a poner fin al deseo de Alhama y de sus gentes.
Desde
la etapa franquista
El
fin de la guerra civil inaugura en Alhama, como en todos los rincones de España,
una nueva etapa que se mantiene en la memoria de no pocas generaciones de alhameños.
El nuevo régimen significó una evidente ruptura en la Historia de España y trató,
como pocos regímenes políticos anteriores, que los españoles perdieran su memoria
histórica. En este sentido resulta impensable que Alhama lograra mantener su
nombre unido al de una de las personalidades políticas y humanas más relevantes
de la República española.
Cualquier
régimen político de nueva implantación lleva consigo la creación de una serie
de estructuras que le garanticen su mantenimiento, cuánto más el franquismo,
empeñado en erradicar cualquier vestigio del pasado más inmediato. Se inicia
así, a partir de Abril de 1939 todo un proceso de cambio en la vida de los españoles
y el nombre de Alhama no quedó ajeno a esta vorágine.
Ya
el primer acto institucional en Abril de 1939 realizado por la nueva corporación
municipal aparece datado en Alhama de Almería, aunque la petición formal no
se planteara en Pleno hasta el mes de Febrero del año 1940 que, bajo la presidencia
de D. Ramón Cantón López, reunidos en sesión ordinaria "se acuerda que sin prejuicio
de que se instruya el oportuno expediente, vuelva a denominarse con el de Alhama
de Almería en cuanta correspondencia oficial se despache con el debido sello
(19). Meses después se iniciarían los
trámites correspondientes para el cambio, a petición, además, de la Jefatura
Provincial de Estadística. De hecho, hasta el mes de Septiembre de 1940 no se
iniciarían los trámites correspondientes para seguir el ejemplo de las otras
Alhamas de unir su nombre al de su provincia correspondiente (20).
El
Boletín Oficial del Estado (21) publicó
la Orden de 8 de Febrero de 1941 por la que se aprobaba la solicitud de cambio
de nombre emitida por el Ayuntamiento de Alhama de Salmerón para que en lo sucesivo
se denominara Alhama de Almería. Es probable que fuese ésta la última vez que
los alhameños vieron impreso el nombre de Alhama unido al de su hijo más universal.
En
definitiva fueron diferentes avatares económicos, catástrofes naturales y motivaciones
políticas, las causas que llevaron a Alhama a cambiar su denominación. En todos
los cambios los alhameños participaron con su decisión en mayor o menor medida,
si exceptuamos el cambio de nombre que supuso la pérdida de una de las aspiraciones
de la mayoría de alhameños del momento: ver el nombre de Alhama unido al de
su paisano más insigne. En este caso, la decisión iba implícita en las nuevas
formas de gobierno que España acababa de inaugurar. Nada podían exigir los perdedores.
1.- Con el título "Alhama cambia de nombre a lo largo de su historia" se publicó un resumen de este estudio en La Voz de Almería del 4-12-95.
2.- Arch. Parroquial de Alhama de Almería. Los Libros de Apeo y Repartimientos de suertes se elaboraron a partir de 1571 por orden de Felipe II con el fin de realizar un censo de las tierras pertenecientes a los moriscos que fueron expulsados tras su sublevación (1568-1571) para repartirlas entre los nuevos pobladores cristianos. La copia del original del Libro de Apeo y Repartimiento de Alhama que se conserva se hizo en el año 1755.
03.- TAPIA GARRIDO, J.A. Historia General de Almería. Vol XIII Almería 1990 P. 262.
04.- ALCARAZ RODRIGUEZ, J.F. La toponimia de Alhama de Almería en El Eco de Alhama N 8 (1999).
05.- MARMOL CARVAJAL, L. Historia de la rebelión y castigo de los moriscos del Reyno de Granada Madrid, 2ª Imp de 1797 P 324 y ss.
06.- INSTITUTO NACIONAL DE ESTADISTICA Censo de 1787.
07.- MADOZ, P. Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Madrid. 1846-1850.
08.- Bajo el epígrafe "Virtudes de los Baños de Alhama la Seca" el doctor D. Juan Bautista Solsola, médico honorario de los Reales Ejércitos, elabora un exhaustivo análisis de las aguas de Alhama en: Examen de las aguas medicinales que se hallan en el Reyno de Granada. Almería, año de 1824. Referencias sobre las propiedades de las aguas encontramos también en: Guía del bañista o Compendio de hidrología médica para uso de los enfermos que necesitan acudir a los establecimientos de aguas minerales por El doctor Anastasio García López. Salamanca, 1876 Memorias elaboradas por los directores del establecimiento balneario de Alhama de Almería durante los años finales del pasado siglo XIX.
09.- La Crónica Meridional, 25 de Abril de 1880.
10.- Arch Municipal de Alhama de Almería, en adelante AMAA. Libro de Actas correspondiente al año 1883. Carta del párroco D. Manuel Maeso y Berrezuelo solicitando ayuda para arreglar el techo de la iglesia de Alhama la Seca hoy Alhama de Almería.
11.- Véase el Diario de Almería desde el día 17 a 22 de Septiembre de 1931.
12.- El busto en bronce de D. Nicolás, que preside hoy la entrada de Alhama, es obra del escultor Nicolás Prados Benitez, profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Granada. Se colocó en su pedestal en la primavera del año 1928, en plena dictadura del general Primo de Rivera.
13.- Diario de Almería 22 de Septiembre de 1931. Existe cierta controversia en cuanto al nombre de la persona que hizo tal propuesta. Si bien la documentación consultada recoge el nombre de D. Luis de Hoyos como autor de la idea, información oral recogida en Alhama asegura que la propuesta de cambio de nombre partió de D. Miguel de Unamuno.
14.- Aunque en esas fechas el nombre oficial ya no era Alhama la Seca sino de Almería, las pancartas que adornaban la entrada del pueblo daban la bienvenida a los visitantes bajo el lema "Alhama la Seca saluda al Gobierno de la República".
15.- AMAA Libro de Actas de Pleno correspondientes al año 1931. Fol 75 y ss.
16.- Gaceta de Madrid, 26 de Octubre de 1932 P. 578 y 580.
17.- De la lectura del texto se desprende con claridad que la denominación "de Almería" apenas había sido interiorizada por los alhameños; y menos aún en el resto de la provincia de Almería.
18.- AMAA Libro de Actas de Pleno correspondientes al año 1932.
19.- AMAA Libro de Actas de Pleno correspondientes al año 1940.
20.- AMAA Libro de Actas de Pleno correspondientes al año 1940.
21.- BOE 11 de Febrero de 1941 y BOPA de 15 de Febrero del mismo año.