EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 9 | ECOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE |
CONSIDERACIONES PARA UNA PROPUESTA DE DESARROLLO SOSTENIBLE EN LA CUENCA DEL ANDARAX
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Introducci�n:
Las Propuestas Globales Internacionales
La
Asamblea General de las Naciones Unidas encarg� en 1983 a una comisi�n mundial
presidida por la primera ministra noruega, un estudio sobre Medio Ambiente y
Desarrollo. En 1987, dicha comisi�n present� un informe, "Informe Brutdtland":
"Nuestro futuro com�n" donde se planteaba por primera vez la idea de un Desarrollo
Sostenible: el desarrollo que utiliza los recursos disponibles sin exceder la
capacidad de su producci�n. Este desarrollo debe permitir satisfacer las necesidades
de la generaci�n presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras
para satisfacer sus propias necesidades. Con este planteamiento, en lugar de
valorar el desarrollo bas�ndonos en la "producci�n" se valora la "calidad de
vida" de las personas y la "salud ambiental", siendo doblemente solidario al
tener en cuenta a las generaciones futuras.
El
informe Brundtland fue el punto de partida de la Primera Cumbre de la Tierra,
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada
en R�o de Janeiro en junio de 1992, en la cual todos los pa�ses se comprometieron
para conseguir soluciones globales a los problemas ambientales y de la cual
sali� la Agenda-21 que propone 120 iniciativas generales para un desarrollo
sostenible.
Despu�s
de las diferentes conferencias internacionales sobre desarrollo y medio ambiente,
demograf�a, pobreza y desarrollo social, crecimiento urbano, mujeres, derechos
humanos, biosfera, clima, etc. Las soluciones est�n sobre la mesa, pero el camino
tenemos ya que empezar a recorrerlo y en Seattle (1)
parece que se ha dado el segundo paso. Sin embargo, para continuar, todos tenemos
que educarnos para un desarrollo sostenible.
Por
otro lado, tambi�n, debemos ser conscientes de que estas soluciones globales
parten de su aplicaci�n a nivel local, desde donde adem�s de potenciar el desarrollo
equilibrado y solidario en nuestra comarca, estaremos contribuyendo a la consecuci�n
de las soluciones globales solidarias con las generaciones futuras.
Fue
en 1992, cuando propuse el cultivo biol�gico del parral (2)
como alternativa, antes de que desaparecieran los parrales de las laderas del
r�o Andarax. De las 9000 hect�reas de parral que se cultivaban en 1988, se pas�
a 3500 en 1993. Solo en ese a�o se arrancaron m�s de 300 hect�reas, reduci�ndose
la producci�n en un 30 %. Al final del verano del 92, la Agencia de Desarrollo
Local de Alhama convocaba en Bentarique a los alcaldes de doce municipios del
Medio Andarax y Bajo Nacimiento para tratar la crisis del sector uvero. Sin
duda el corte del parral, al no haber propuesta de sustituci�n de cultivos,
traer�a como consecuencia el aumento de la tendencia migratoria y despoblamiento
de las zonas afectadas, as� como el empobrecimiento del suelo con el aumento
de riesgo de erosi�n y desertizaci�n. Hasta entonces los agricultores hab�an
mantenido en orden piedra sobre piedra en los aterrazamientos y bancales (3).
Estaba clara la contradicci�n entre subvencionar el corte del parral sin alternativa
de cultivos y la lucha contra la desertizaci�n que por entonces, todav�a, se
llevaba a cabo con el proyecto LUCDEME en esta cuenca.
Con esta propuesta
se resolv�a el problema econ�mico, manteniendo un cultivo dominado, con una
mano de obra especializada y con un buen futuro con respecto a la comercializaci�n.
Se trataba de llevar a cabo una reconversi�n del cultivo tradicional a cultivo
biol�gico, reconversi�n problem�tica si pensamos que el cultivo tradicional
utilizaba t�cnicas propias del cultivo ecol�gico y que hubiese permitido sacar
al mercado en uno o dos a�os uva de mesa ecol�gica de la variedad Ohanes con
denominaci�n de origen. Precisamente, la variedad, que por su resistencia y
piel gruesa fue la ideal para el embarque a principio de siglo, resultaba ahora
ser la m�s competitiva, por las mismas caracter�stica, para el cultivo ecol�gico.
Curiosamente, estas caracter�sticas eran, tambi�n, las que le hac�an perder
competitividad frente a otras variedades en el cultivo convencional o no ecol�gico.
Creo que hubiese
sido un ejemplo de modelo de desarrollo sostenible para la cuenca del Andarax,
pionero en cuanto al aprovechamiento y regulaci�n de los recursos naturales
y humanos y conservaci�n del medio. Se manten�a el paisaje con los contrastes
estaci�nales, microclima, fauna y flora asociada, se favorec�a el desarrollo
rural, en cuanto que permit�a el desarrollo de los dem�s sectores productivos,
y se continuaba la lucha contra la erosi�n y la desertizaci�n en toda la cuenca.
De
todas formas, pienso que a�n no es tarde, todav�a se puede retomar la propuesta
y ponerla en marcha en los parrales reliquia que quedan, junto con los naranjos
y limoneros cuya reconversi�n biol�gica tampoco resulta complicada y evitan
el monocultivo. Los productos ecol�gicos cada vez son m�s solicitados, creciendo
la demanda a un ritmo de un 30-40% anual en los pa�ses europeos. En Espa�a el
n�mero de hect�reas cultivadas aumenta cada a�o, contabiliz�ndose ya m�s de
300.000 de las que 57.752 hect�reas pertenecen a Andaluc�a y donde Almer�a con
9.730 hect�reas (4) ocupa el tercer
lugar, (probablemente se superen ya las diez mil hect�reas). El consumo es todav�a
minoritario, el 99% de la producci�n se env�a a la Uni�n Europea, pero potenciando
las v�as de comercializaci�n y de distribuci�n de estos productos que consigan
que lleguen a los consumidores, el �xito est� asegurado. Posiblemente no se
hayan abierto los canales de distribuci�n a los mercados centrales nacionales,
porque no interese a�n al exportar la mayor parte de la producci�n a Europa,
pero est� claro que el mercado espa�ol est� por descubrir. Los consumidores
potenciales estamos esperando.
¿Hacia
dónde vamos?
Sin embargo,
admito que cada �poca tiene su paisaje humanizado, pero debemos andar con cautela
por el paisaje que se nos viene; ya los invernaderos han saltado la Sierra de
G�dor y bajan por Alhama la ladera, incluso han cruzado el r�o y comienzan a
instalarse en desmontes y bancales entre c�rcavas y barrancos, a las puertas
de un parque nacional y de otro futuro, y por Rioja en la propia vega avasallando
a los naranjos olvidados. Estamos en la �poca del desarrollismo agr�cola desorganizado
y los almerienses sabemos de desarrrollismo, por ejemplo urbano, que a�n sufrimos.
Creo que los invernaderos tienen su sitio, no precisamente las vegas y laderas,
es lo �nico que le faltaba a las vegas adem�s de la especulaci�n urbana. Tampoco
en las zonas de interior y de monta�a, donde el paisaje es un recurso que forma
parte del patrimonio natural. Creo que a la administraci�n le toca poner orden,
fomentar e incentivar el desarrollo de determinados cultivos en vegas y riberas
creando cinturones, si no hay m�s remedio, que permitan el desarrollo rural
y protejan el paisaje en la comarca frontera de dos Parques Nacionales (Sierra
Nevada y �Subdesiertos de Almer�a?). Creo que esta cuenca del Andarax, junto
a la del Almanzora, deber�an ser espacios preferentes para el cultivo tradicional
y ecol�gico.
Podr�amos
estar cayendo de nuevo en contradicci�n entre el desarrollo econ�mico mal entendido
y la protecci�n de las cuencas frente a la desertificaci�n. Los Consorcios de
Municipios, los programas Leader-Alpujarra y Proder-Almanzora, as� como el reci�n
creado Patronato del Parque Nacional de Sierra Nevada, y los planes de uso y
gesti�n del Parque Natural de la misma, deber�an considerarlo.
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Nunca
es tarde
Por todo ello
no podemos dar pasos en falso potenciando actuaciones insostenibles e insolidarias
en pos de �xitos econ�micos tan r�pidos como ef�meros, que destruyen el paisaje,
aumentan la desertizaci�n e impiden el desarrollo rural de todos los sectores
productivos. Son necesarios estudios a nivel local sobre recursos naturales
y de impactos ambientales que marquen objetivos y establezcan normas y prioridades,
que pueden aprobar los propios ayuntamientos y consorcios de municipios, sobre
uso y gesti�n, sabiendo que es lo que se quiere para su pueblo o para su comarca
(5), y no solo considerando el medio
f�sico, tambi�n el geogr�fico, social, etc. Actualmente se est�n cometiendo
errores graves como desmontes, construcci�n de invernaderos en laderas, construcci�n
de almacenes en medio de las vegas que rompen el paisaje, hasta ahora verdadero
tesoro de la cuenca del Andarax. Y donde a veces son los propios ayuntamientos
los implicados (6).
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Consideraciones
Finales
Despu�s de
escribir este art�culo (7), han ocurrido
varios hechos de importancia que merece la pena comentar.
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Favorecer la ordenaci�n de usos del suelo adecuada a la capacidad de acogida de cada territorio, que integre los aspectos relativos al medio natural y el patrimonio cultural. | ||
Favorecer las condiciones de conservaci�n, regeneraci�n y recuperaci�n del patrimonio cultural y de los recursos naturales. | ||
Considerar los riesgos naturales y tecnol�gicos en la ordenaci�n territorial. | ||
Incorporar el paisaje como base del conocimiento del territorio. | ||
Configurar un Sistema de Protecci�n Regional integrado en el conjunto del territorio. | ||
En El Ejido, El ejemplo
Los
acontecimientos ocurridos en el mes de febrero en El Ejido tienen su causa profunda
en el desarrollo insostenible de la zona con la sobre-explotaci�n de los cultivos
bajo pl�stico. No fue algo inesperado y surgen como consecuencia de un desarrollo
incontrolado, donde �nicamente han tenido en cuenta el aspecto econ�mico y no
el aspecto social, humano ambiental y ni siquiera, a pesar de que muchas voces
lo vienen denunciando desde hace m�s de diez a�os, han considerado la regulaci�n
de los recursos naturales donde el agua adquiere vital importancia (8).
Estos acontecimientos ha surgido en su vertiente social pero sin duda surgir�n
tambi�n en su vertiente econ�mica, y ambiental Desde hace dos a�os ac�, ha vuelto
de nuevo la fiebre constructora apareciendo invernaderos en los lugares m�s
insospechados y ocupando miles de hect�reas de desmontes y laderas de la Sierra
de G�dor, Cabo de Gata, Retamar y el Valle del Andarax etc. Aparecen a una velocidad
de v�rtigo, controlados por fuertes capitales organizados en grandes empresas
agr�colas. Justo todo lo contrario de lo que debe ser un modelo de desarrollo
sostenible, porque no nos enga�emos, esta situaci�n llevar� al enriquecimiento
de unos cuantos y al empobrecimiento de una poblaci�n. Si esta situaci�n no
tiene justificaci�n ni en el Poniente Almeriense donde no hab�a otra posibilidad
de desarrollo, pero donde el crecimiento ha debido limitarse para permitir la
recuperaci�n de los recursos naturales (9),
menos justificaci�n la tiene en una comarca donde las vegas permiten cualquier
tipo de cultivo y donde el paisaje (10)
es un recurso que posibilita el desarrollo de otros muchos sectores productivos.
Trasladar
ahora a otras zonas o comarcas el cultivo bajo pl�stico terminar� siendo igualmente
insostenible despu�s de destruir el paisaje, alterar el clima y agudizar los
procesos erosivos que ya de por s�, son graves en nuestra provincia (11).
Despu�s de
invadir las vegas de Berja y Dal�as, contin�an abancalando la cara sur de la
Sierra de G�dor y la avanzadilla baja por Alhama la ladera...
En Laujar
la esperanza
Otro
acontecimiento que ha tenido lugar despu�s de escribir este art�culo, este con
m�s fortuna, ha sido la reacci�n de todo un pueblo, el de Laujar de Andarax,
ante la llegada de los invernaderos, oponi�ndose a su instalaci�n con su ayuntamiento
y la alcaldesa a la cabeza. Hechos como este dan esperanza en la lucha contra
la especulaci�n, son acciones como esta las que pueden forzar a las administraciones
a impulsar pol�ticas valientes en bien de toda una comarca que permitan el desarrollo
rural solidario. Las administraciones no pueden estar hablando en discursos
oficiales sobre la importancia de la Sustentabilidad y la Agenda 21 y estar
permitiendo actuaciones especulativas, que traen el agotamiento de los recursos
naturales y la destrucci�n del paisaje que condenan a toda una comarca y a sus
poblaciones. Estas explosiones econ�micas deben ser puntualmente corregidas
por las administraciones, que deben tener recursos para ello (12),
porque si no es as�, cuando vengamos a actuar el da�o estar� hecho. Esto es
lo que est� haciendo el pueblo de Laujar defendiendo su futuro y el de todos
ya que no lo hacen las administraciones "pertinentes".
01.- Se concentraron m�s de cuarenta mil manifestantes en contra de la Globalizaci�n de la econom�a.
02.- Revista Poniente n� 292. La alternativa biol�gica al cultivo del parral 15-3-92.
03.- Agricultura tradicional y conservaci�n de suelos. A.F. C�novas Fern�ndez. Desertificaci�n en Almer�a. E. GEM Almer�a 2000.
04.- Fuente: Comit� Andaluz de Agricultura Ecol�gica. Septiembre 1999.
05.- Recientemente el Grupo Ecologista Mediterr�neo (GEM) ha propuesto a la Diputaci�n la puesta en marcha de la Red de Municipios Almerienses con Agenda-21.
06.- Ver portada fotograf�a de la revista Consorcio de Municipios de Medio Andarax y Bajo Nacimiento en la que en primer plano aparece un gran almac�n que rompe la vista del pueblo de Hu�cija. Otros almacenes est� construyendo el ayuntamiento de Alhab�a que oculta toda la vista del pueblo antes del cruce de Terque viniendo de Almer�a. Cerca de all� van proliferando grandes almacenes en medio de la vega.
07.- Parte de este art�culo fue publicado en el diario El Pa�s y en La Voz de Almer�a en Enero de 2000.
08.- La sobreexplotaci�n de los recursos h�dricos en una Almer�a �rida. A. Fern�ndez y J. Rivera. Desertificaci�n en Almer�a. E. GEM Almer�a 2000. Ley de 1994 que proh�be los nuevos regad�os en Dal�as.
09.- Programa de uso sostenible de recursos h�dricos. Plan de medio ambiente de Andaluc�a 1995-2000.
10.- Plan de Biodiversidad y plan forestal andaluz. Plan de medio Ambiente de Andaluc�a 1995-2000.
11.- Lucha contra la desertificaci�n. Plan forestal andaluz. Plan de medio ambiente de Andaluc�a 1995-2000.
12.- Plan de Ordenaci�n del Territorio de Andaluc�a. Bases y Estrategias.