EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 7 | HISTORIA |
Espacios de Sociabilidad:
Alhama de Almería, 1889-1923.
Desde "El Círculo de Amigos" a "La Tertulia"
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María del Carmen
Amate Martínez Licenciada en Historia y miembro del Instituto de Estudios Almerienses |
El estudio de las formas y de los espacios de sociabilidad en un lugar
geográfico concreto nos facilita la aproximación a las inquietudes culturales,
económicas y sociales de una sociedad determinada. Se constituyen así las
asociaciones en elocuentes indicadores de los intereses de una población
en los distintos momentos de su devenir histórico. En el caso que nos ocupa,
pretendemos, a través de su estudio, acercarnos a los centros de interés,
motivaciones y formas de vida de los alhameños en sociedad en este periodo
entresiglos.
No es precisamente el campo de la sociabilidad uno de los temas que mayor
interés hayan despertado entre los historiadores. El arranque de esta corriente
de investigación histórica hay que buscarlo en el vecino país francés de
la mano de su iniciador Maurice Agulhon (1) en los primeros años de la década de los sesenta. Diez años
habrían de transcurrir para que en nuestro país se iniciaran los primeros
estudios sobre las formas de asociación de los españoles. Cataluña inicia
esta nueva corriente historiográfica y hoy, sus aportaciones al estudio
de las asociaciones en España son de obligada referencia.
Jordi Canals establece una periodización en el desarrollo del asociacionismo
español, señalando tres fases claramente diferenciadas:
1.- Un primer período que cronológicamente se corresponde con los años
centrales del siglo XIX. Se trata de iniciativas que hunden sus raíces en
la política reformista de Carlos III
2.-Etapa de auge propiciada por la aprobación de la Ley de Asociaciones
de 1887. En el amplio desarrollo que el movimiento asociativo experimenta
en los años finales del siglo XIX y comienzos del XX, jugará un papel decisivo
en la crisis política, económica y social vivida por los españoles en estos
años. Nos referimos a la conocida como "crisis del 98". Asociaciones de
diferentes tipos y bajo denominaciones varias proliferan en toda la geografía
española. Círculos, casinos, ateneos, tertulias, etc. vienen a dar nombre
a los diferentes tipos de sociedades creadas en función de unos intereses
y de las personas que las componían.
3.- La década de los años treinta supuso para el asociacionismo otro
período de esplendor tras el retroceso sufrido en los primeros años de la
Dictadura de Primo de Rivera, sin embargo, su duración en el tiempo fue
muy corta. La Guerra Civil puso fin a esta manifestación social que renacerá
con fuerza en los últimos veinte años con la reciente democracia.
Es precisamente en la segunda fase donde encontramos
el mayor número de sociedades en Alhama. El auge asociativo en España es
una constante (2) y de él participarán también los alhameños en los primeros
años de la actual centuria. Un significativo número de asociaciones culturales,
políticas, económicas, de recreo y apoyo mutuo nacen al amparo del marco
legal creado por los gobiernos de la Restauración y dan vida a Alhama y
a sus gentes, rompiendo el tópico del "individualismo del ser español" (3) tan utilizado en la época, como uno de los rasgos causantes
de los males que aquejaban al país. Su riqueza asociativa nos muestra la
vitalidad que, en los diferentes ámbitos de la vida social y económica,
gozaba el municipio en los años de tránsito al nuevo siglo y en las primeras
décadas de éste (4).
Ley de Asociaciones de Julio de 1887
No siempre ha sido posible ejercer el derecho de asociación tal como
lo entendemos en la actualidad. Este, lo mismo que otros derechos que hoy
son considerados socialmente irrenunciables han sufrido múltiples vaivenes
a lo largo de historia y su desarrollo ha corrido paralelo con el acceso
al poder de los gobiernos liberales.
Si bien ya desde el primer tercio del siglo XIX encontramos una serie
de iniciativas encaminadas a dotar de un marco legal al derecho de libre
asociación hasta los años finales de la centuria con la aprobación de la
Ley de Asociaciones en Junio del año 1887 durante la minoría de la edad
de D. Alfonso XII (5) Esta iniciativa de los gobiernos de la Restauración legalizará
el movimiento asociativo que desde los años centrales del siglo XIX iba
adquiriendo cada vez mayor calado en la sociedad española (6).
La citada ley recogía en su articulado el derecho de asociación para
todos los españoles ya desarrollado en el artículo 13 de la Constitución
vigente en la época, y quedaban sometidas a ella todas aquellas asociaciones
que se crearan con una finalidad política, artística, religiosa, benéfica
y de recreo, así como todas aquellas que no tuviesen como único objetivo
el lucro o la ganancia. Señalaba, además, que los fundadores de una Asociación
tenían la obligación de presentar al Gobernador de la Provincia correspondiente
el nombre de la sociedad, el objeto o fines de su constitución, su domicilio
social y los recursos con los que contaban para su mantenimiento. Del mismo
modo estaban obligados a presentar dos ejemplares de los estatutos o reglamento
que habían de regir la actividad de la Asociación, sus cuadros directivos
y en algunos casos, la relación de sus miembros. De la citada documentación,
un ejemplar quedaba en poder del Gobierno Civil, integrando el llamado Registro
de Asociaciones de la provincia (7), el segundo ejemplar pasaría a poder de la propia asociación.
Gracias a estas disposiciones de la ley, hoy, casi cien años más tarde,
nos ha sido posible el acercamiento al nivel de asociación y sociabilidad
desarrollado en Alhama durante estos años.
Mosaico asociativo: El Círculo, el Casino, la Peña ...
No hay duda del arraigo que estas sociedades
de carácter civil adquirieron en el municipio conviviendo con las formas
más tradicionales del asociacionismo religioso, el más desarrollado en España
y especialmente en Andalucía hasta finales del siglo XIX, a través de las
hermandades y cofradías. En Alhama este modelo de asociación religiosa nos
aparece representado por la "Hermandad e Cofradía de el Glorioso San Nicolás
de Vari Patrón titular de el lugar de Alhama La Seca en el año de el Señor
de 1704"(8) o por
la "Hermandad de las Ánimas" constituida en Diciembre del año1770 (9). Sin embargo, son las sociedades de carácter civil integradas
por los sectores más diversos de la sociedad alhameña: jóvenes, políticos,
obreros, comerciantes, agricultores, etc. el motivo del estudio que nos
ocupa.
La nueva sociedad surgida tras la abolición de las fórmulas propias del
Antiguo Régimen propicia la bipolaridad como característica esencial de
la sociabilidad. Encontramos así dos modelos claros de asociacionismo: el
asociacionismo burgués representado por una clase propietaria que defiende
sus intereses económicos y donde el componente recreativo ocupa una parcela
importante (10). El otro modelo se correspondería con el asociacionismo
obrero, que se materializa en sociedades integradas por profesionales de
un determinado oficio y van a sustituir a los desaparecidos gremios.
La dureza de las condiciones de trabajo y la inestabilidad social exigía
de los obreros una respuesta organizada y permanente en el terreno asociativo.
Pere Sola en su estudio sobre el asociacionismo obrero (11) determina tres elementos claves en el desarrollo de este
modelo asociativo: la precariedad laboral, la salud y la ocupación del tiempo
libre.
Las asociaciones obreras y las mutualidades o sociedades de socorro mutuo
proliferan también en Alhama junto a las de propietarios durante los primeros
años del siglo. Sociedades de oficios diversos: albañiles, barrileros, carpinteros
y peones ocupan un destacado lugar en el panorama asociativo local como
respuesta a la situación económica originada por el hundimiento del cultivo
de la uva de embarque como consecuencia de la I Guerra Mundial.
Bajo diferentes denominaciones: Círculo, Sociedad, Asociación, Tertulia,
etc. los alhameños del pasado siglo se agrupan en sociedades y en función
de unos determinados intereses, que en unos casos son de ocio y cultura,
en otros, económicos, y en otros por intereses políticos o laborales. El
resultado es un amplio número de sociedades, que en la mayoría de los casos
agrupan a los sectores más representativos de la vida local alhameña. Estos
grupos institucionalizados presentan una serie de rasgos comunes: los integran
siempre hombres, poseen un alto componente de clase, se constituyen en la
mayoría de los casos en plataformas de presión en defensa de unos intereses
que son comunes al grupo y actúan en la vida social y económica de Alhama
como elementos dinamizadores de ésta.
Son múltiples los criterios de clasificación que se pueden utilizar para
presentar una visión panorámica del fenómeno asociativo en Alhama, sin embargo
y en aras de la simplicidad optamos por recurrir al criterio cronológico.
De este modo y con independencia de sus fines, una serie de sociedades van
a discurrir a través de un período de tiempo de aproximadamente medio siglo:
el periodo comprendido entre las últimas décadas del siglo XIX y las primeras
del XX.
El Círculo de Amigos
Probablemente sea una de las primeras sociedades creadas en Alhama en
este periodo. Referencias acerca de la actividad de esta sociedad nos sitúan
en los últimos años del pasado siglo, años 1890 y 1891, que fueron de intensa
labor para sus miembros a la luz de la documentación consultada. Suponemos
que su constitución arranca de fechas más tempranas, de ahí que al aprobarse
la ley de Asociaciones de 1887 con la obligatoriedad de presentar en el
Gobierno Civil de la Provincia la documentación correspondiente, esta asociación
no cumpliera dicha normativa.
De sus miembros podemos afirmar que integraban esta sociedad un nutrido
grupo de personas, todas ellas del sexo masculino, de reconocido prestigio
profesional en Alhama (12): Manuel Rodríguez López, médico, ocupó durante años la
presidencia; Manuel López, fiscal, ocupó el cargo de secretario durante
un amplio periodo; Antonio Marín Cadenas, alcalde de Alhama en los años
primeros del siglo XX; Ramón Granados Ferre, propietario; Antonio Punzón
Gázquez; Francisco López Gómez, abogado y secretario del Ayuntamiento; Diego
Mercader, propietario, eran entre otros, parte de los miembros que la constituían.
De sus intervenciones durante estos años en el desarrollo de la vida
local: creación de la Tienda-Asilo de Alhama (13),
organización de festejos y otros eventos, y de su implicación en temas de
carácter provincial de amplio calado económico, caso del apoyo prestado a
la Comisión Provincial creada en Almería para realizar un estudio sobre
el trazado de la línea del ferrocarril Linares-Almería (14), con su aportación económica para la realización de dicho
estudio; o bien, su intervención apoyando a la Cámara de Comercio y Centro
Agrícola de Almería en su rechazo ante la normativa aprobada por el gobierno
de Estados Unidos de América de gravar los barriles de uva que llegaban
de España, y este caso, de uva de Almería a los comercios americanos, con
dos centavos por libra más de impuestos (15), podemos
deducir que actuaban como un verdadero grupo de presión en defensa de los
intereses económicos del pueblo, que eran al mismo tiempo, los suyos propios.
Iniciativas de carácter social ocupan, además, el tiempo libre de los
miembros del Círculo de Amigos. La mencionada creación de la Tienda-Asilo
en Alhama destinada a paliar las necesidades alimenticias de los más necesitados
o las inundaciones sufridas por la capital en Septiembre del año 1891 que
se saldaron con la destrucción de barrios completos de Almería y la muerte
de muchos de sus habitantes, fueron motivo para despertar la solidaridad
de esta asociación y poner en marcha una Comisión encargada de abrir la
suscripción para socorrer a los damnificados por las lluvias torrenciales.
Alhama se puso en pie apoyando con sus donativos esta iniciativa (16). Estas
y otras actividades preñadas de un amplio sentido social se encuadraban
en las "formas de vida y compromiso" de todas aquellas personas comprometidas
con los ideales liberales, masónicos (17) y republicanos.
La Juventud de Alhama
Escasas referencias han llegado hasta nosotros de esta asociación de
jóvenes alhameños que allá por los años 1889-1890 alegraban con sus múltiples
actividades culturales y de ocio la vida social del municipio. En éste como
en otros muchos casos, la pérdida de la documentación generada por la asociación
nos impide adentrarnos en las inquietudes de la juventud de Alhama en las
postrimerías del siglo XIX. Noticias de su participación en las fiestas
de Carnaval, de sus disfraces y sus comparsas, o sobre la organización de
una campaña teatral en los salones de su sede en Mayo de 1891 nos confirman
su existencia. Son pequeños retazos de un pasado no tan lejano en el tiempo.
Centro Agrícola e Industrial de Alhama
El día 24 de Noviembre de 1902 Emiliano Rodríguez, vecino de Alhama de
Almería presentaba en el Gobierno Civil de la Provincia los Estatutos y
el Reglamento que había de regir la recién nacida sociedad bajo el nombre
de Centro Agrícola e Industrial de Alhama.
Los Estatutos, estructurados en 53 artículos, describen ampliamente los
objetivos, fines y actividades de la mencionada entidad.
En el artículo 1º se recoge con precisión quienes podían formar parte
de ella:"... este Centro es una asociación de agricultores, industriales
y comerciantes."(18) Son los sectores económicos más relevantes de la población
de Alhama los que se asocian para procurar "el mejoramiento de esas importantísimas
ramas de la riqueza", expresando así su finalidad. "No podrá tener nunca
carácter político ni permitir bajo ningún concepto discusiones religiosas,
quedando ambas terminantemente prohibidas ...". Son los intereses económicos
los que priman en su constitución. Las clases medias conscientes de su fuerza
como grupo y en un ambiente de franca expansión económica, crean plataformas
de poder y van a luchar por sus intereses enfrentándose, en muchos casos,
a la normativa establecida.
La formación en materias relacionadas con la agricultura, la industria
y el comercio, es una de las preocupaciones de los empresarios de Alhama
en estas fechas. Crear una biblioteca en su sede, conocer los últimos estudios
relacionados con sus intereses y especialmente con la agricultura son algunos
de sus objetivos, al mismo tiempo que la programación de actividades bien
a través de conferencias, de certámenes o de cualquier otra que contribuya
a este fin.
No olvida la necesidad de colaboración con otras asociaciones afines
y lo que es más significativo: declara la asociación ser el vehículo más
adecuado para manifestar al Municipio y al Gobierno todas aquellas reclamaciones
que sean necesarias, a favor de los sectores que representa (19). Su
comportamiento como grupo de presión queda claramente expresado a pesar
de ser una agrupación de muy limitada fuerza por su ámbito geográfico, su
número de miembros y sus recursos económicos.
En la huelga general que se desarrolló en Almería durante la jornada
del 20 de Noviembre del año 1917 convocada por la Asociación Uvera ante
los múltiples problemas que aquejaban al sector uvero almeriense, el Centro
Agrícola de Alhama desempeñó un importante papel de apoyo y reivindicación.
La primera Junta Directiva la integraron Antonio Marín como presidente;
Manuel López en el cargo de vicepresidente; tesorero Emiliano Rodríguez
y como vocales, Cristóbal Rodríguez López, Manuel Pérez y Sebastián Ortíz.
Ocupa el cargo de secretario Francisco López.
El Centro Agrícola e Industrial mantuvo su actividad hasta el año 1918
(20). A partir
de esta fecha ningún documento atestigua su permanencia.
Centro Liberal Demócrata de Alhama
Nos encontramos ante la primera asociación de carácter
político documentada (21). El Centro Liberal Demócrata fue creado en Alhama
el mes de Marzo de 1910, un mes después de que los liberales accedieran
al poder representados por la figura de Canalejas en las elecciones de Febrero
de ese mismo año.
Con sede en la calle de la Estrella nº4 (21), la
Junta Directiva formada por: Cecilio López Leiva, en calidad de presidente;
Joaquín Cantón, vicepresidente; Nicolás Leiva, tesorero; y los vocales Juan
Artés Rodríguez, José Portillo y Antonio Rodríguez; y actuando como secretario
Joaquín López, elaboran los Estatutos y Reglamento que regirán la recién
creada sociedad. En el capítulo II exponen con claridad los objetivos y
fines del Centro: "... propagar las ideas que sustentan el programa del
Partido Liberal Democrático." Únicamente los fines políticos son la base
de esta asociación y tratan a través de ella de "difundir la enseñanza y
la práctica política". La formación en este campo de sus miembros, conocer
el día a día de los avatares por los que atravesaba la vida política del
país en estas fechas y servir de canal de comunicación con el partido en
Madrid en demanda de mejoras para sus afiliados, son sus objetivos. El hecho
de contar para su formación con una pequeña biblioteca que ofrecía el aliciente
de recibir los principales periódicos que se publicaban en estas fechas,
tanto de carácter local como nacional, favoreció enormemente el desarrollo
de las ideas en un municipio de las características de Alhama en el periodo
que nos ocupa.
En el año 1925 el Centro Liberal arrastraba una vida lánguida sin apenas
actividad entre sus miembros.
El Progreso. Sociedad de Barrileros
El día 20 de Noviembre de 1919 quedó legalmente constituida la Sociedad
de Barrileros "El Progreso" (22) en la
calle San Nicolás, nº 19 de Alhama de Almería. Bajo este mismo nombre, el
gremio de barrileros de la capital ya se había constituido en asociación
en los últimos meses del año 1898.
La Junta Directiva de "El Progreso" de Alhama la integraban Miguel López
Mercader en el cargo de presidente; Salvador Gil López como vicepresidente;
secretario Francisco Tortosa Rodríguez; tesorero, Gabriel Ginel García;
contador, Antonio Nieto Márquez y ocupando el cargo de vocales, Manuel García
Mercader, Manuel López García y José López Burgos.
La inscripción en el Gobierno Civil de Almería fue el resultado de una
larga serie de reuniones destinadas a organizar la sociedad y plasmar sus
objetivos en el Reglamento o Estatutos siguiendo las pautas marcadas por
sus homólogos de Almería. Treinta y tres artículos (23) recogen
los fines y objetivos de esta sociedad que se centran en la mejora de las
condiciones de trabajo "conquistar por todos los medios legales una justa
remuneración a su trabajo e impedir que los dueños de los talleres o encargados
maltraten en su dignidad a los asociados". Apoyar a sus miembros económicamente
ante la pérdida del empleo o por enfermedad de alguno de los socios es otra
de las finalidades de esta sociedad. El art. 6 de su Reglamento expone
con claridad este fin: "para el sostenimiento de aquellos individuos que
queden sin trabajo por el motivo de hacer alguna reclamación justa a los
patronos (...) percibirá un socorro semanal de doce pesetas ..."
Quiere garantizar, la sociedad, así mismo, el precio del trabajo desarrollado
por sus miembros, penalizando a aquellos socios que decidan trabajar por
menos salario.
Los conflictos entre los patronos y los obreros ocupan una parcela importante
en el articulado de sus Estatutos. Para solucionar cualquier conflicto generado
por alguno de sus asociados se constituirá una Junta general que actuaría
de intermediaria entre patronos y obreros tal como aparece recogido en su
art. 20 Dice así: "Teniendo esta sociedad por objeto mejorar las condiciones
de trabajo de los individuos que la forman y exigiendo la unión de todos,
deberá tenerse presente que todas las reclamaciones a los patronos deberán
ser acordadas por la Junta general".
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La
Sociedad del Gremio de Barrileros en Alhama, creció bajo la influencia
de los barrileros de Almería Capital
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El más oscuro silencio documental envuelve la actividad que pudo desarrollar
esta asociación a pesar de la importancia que tuvo esta profesión en Alhama
y en los pueblos colindantes. Testimonios orales recogidos en el pueblo
afirman que alcanzó la cifra de más de cien asociados, pero la falta de
fuentes que permitan reconstruir su trayectoria nos obliga a plantear solo
posibles hipótesis sin verificación hasta la fecha.
La Razón. Sociedad de Obreros Albañiles
En el mes de Mayo de 1919 José Portillo López y los hermanos Diego y
Agustín Barón Gálvez, maestros albañiles, deciden constituir una sociedad
(24) que
aglutine a todos los obreros que desempeñan su trabajo en el sector de la
construcción en Alhama. Crean para tal fin una Comisión gestora que sea
la encargada de organizar y dotar de legalidad su proyecto de asociación.
Los fines y objetivos quedaron plasmados en los Estatutos presentados al
Gobernador Civil para su aprobación el día 6 de Junio de ese mismo año.
Su articulado sigue el modelo de otras sociedades obreras de la época
donde la mejora de las condiciones de trabajo, la defensa de sus intereses
como grupo y el apoyo entre los miembros que la integran son una constante.
"Procurar que los salarios alcancen a cubrir las necesidades de sus asociados",
"Impedir que la jornada de trabajo sea excesiva", "Mediar en los conflictos
entre obreros y patronos", son entre otros sus objetivos.
La organización de los obreros y el compromiso que adquieren sus miembros
de "... comunicar a la Junta Directiva las noticias que tengan o puedan
adquirir de los sitios donde hagan falta obreros, con el fin de que la Asociación
pueda colocar a sus asociados que estén de más". El control de los puestos
de trabajo desde la propia asociación es una ventaja más para sus miembros.
Siempre resultaría más fácil el acceso a un puesto de trabajo para los asociados
que para aquellos obreros que no pertenecían a la asociación. Contaba esta
sociedad con sede propia en la Calle del General Prim, sin número, de Alhama
de Almería. Situación que merece ser puesta de manifiesto en cuanto a que
no es una característica usual de las sociedades obreras el contar con bienes
inmuebles. Recoge además, en sus artículos 49 y 51 que en caso de disolución
de la sociedad, los fondos o enseres que poseyeran serán donados a los Centros
benéficos y el local pasará en usufructo al Asilo de San Ricardo (25)
La primera Junta Directiva la integraron sus fundadores José Portillo
López como presidente; vicepresidente. Miguel Giménez Díaz; secretario,
Diego Barón Gálvez; tesorero, Agustín Barón Gálvez; contador, Antonio Giménez
Díaz y actuando como vocales, los señores Francisco Almécija, Alejandro
Portillo y Eduardo Mercader Cantón. La documentación que se conserva no
es suficiente para determinar la evolución de esta sociedad, sí tenemos
constancia que en los primeros días del año 1923 era la única sociedad obrera
en Alhama que mantenía actividad (26)
El Porvenir. Sociedad de Oficios Varios
El año 1919 resultó ser pródigo en la constitución de asociaciones obreras
en Alhama. Probablemente la creación de una de ellas y las ventajas derivadas
de la unión, propició un movimiento de unidad entre los diferentes grupos
de oficios. Barrileros y albañiles, profesiones mayoritarias en estos años
en el municipio, ya se habían organizado o estaban en vías de constituirse
en asociación cuando un nutrido número de obreros de diferentes oficios
deciden crear una sociedad. Nace así el Porvenir (27), asociación
que aglutina a más de sesenta miembros, todos ellos varones, con el objetivo
de "combatir el privilegio económico capitalista, con la aplicación de la
lucha de clases hasta llegar a una completa emancipación" tal como queda
recogido en el art. 1 de sus Estatutos.
Igual que en otras sociedades obreras, la prioridad de sus miembros para
acceder a un puesto de trabajo sobre los no asociados, la lucha por una
justa remuneración y el mantener su dignidad como trabajadores son los objetivos
que persigue esta asociación.
En su sede de la calle Almería nº4, la Comisión encargada de crear la
sociedad y de elaborar sus Estatutos deciden por mayoría que integraran
la primera Junta Directiva los siguientes miembros: Manuel Utrera como presidente;
Arturo García Mercader, vicepresidente; actuando como secretario Cristobal
Rodríguez; tesorero, Francisco López; contador, José Artés; ocupando el
cargo de vocales, los señores Cecilio Cirera Ordoño, Salvador Burgos y Alfonso
Chamorro.
El día 10 de Julio de 1919 la Sociedad de Oficios Varios El Porvenir
fue inscrita en el Gobierno Civil de la Provincia de Almería.
Club Alhama: Sociedad Cultural
En líneas anteriores habíamos señalado la importancia
del componente recreativo y cultural al estudiar los factores que inciden
en el desarrollo del movimiento asociativo. Los fines culturales eran uno
de los motivos propiciadores del asociacionismo (28) en estos
años que nos ocupan y a este fin responde el Club Alhama (29) constituido
en el municipio en los primeros días de mayo de 1923.
Un grupo de alhameños de diferentes profesiones: comerciantes, farmacéuticos,
parraleros y propietarios, unidos seguramente por lazos de amistad, acuerdan
constituirse en asociación y propiciar con su iniciativa el desarrollo de
una serie de actividades culturales y de recreo en Alhama. La cultura y
la solidaridad son los ejes que articulan su Reglamento y así queda de forma
expresa en el art. 1º del citado documento: "El Club Alhama ha de contribuir
con cuantos medios sean necesarios al aumento de la cultura de sus socios.
Dicha sociedad puede adquirir inmuebles bien para su instalación o destinados
a obras benéficas, costeados con fondos de la sociedad ..." Su carácter
apolítico y aconfesional expresamente manifestado en el art. 2º recoge textualmente:
"El Club no tomará parte en ningún acto de carácter político ni religioso y
queda absolutamente prohibido en su domicilio toda discusión de esta índole".
Respecto a los socios establece diferentes modalidades: Propietarios
con una cuota de entrada de cincuenta Ptas.; eventuales, de diez ptas; socios
de la provincia, que pagarán anticipadamente diez pesetas trimestrales y
socios honorarios. Solo los socios propietarios tendrían voz y voto en las
diferentes Juntas que se celebraran y solo ellos podrán ocupar los cargos
directivos de la sociedad.
En la Calle de Almería nº 57, la primera Junta Directiva integrada por
José Antonio Cantón, presidente; Juan Diego Rodríguez López, actuando de
secretario; Cristobal Marín Martínez, tesorero y los vocales Ramón Iborra
Molina y José Ibañez Rodríguez aprueban los Estatutos que serán presentados
en el Gobierno Civil de la provincia unos días más tarde.
La Tertulia o Círculo Unión Alhameña
Nos encontramos ante una de las asociaciones que mayor calado ha tenido
en la sociedad alhameña no sólo para los contemporáneos sino también para
las generaciones actuales. ¿A quién no le resulta familiar hoy en Alhama
o en los pueblos de los alrededores el nombre de La Tertulia (30) Más
de medio siglo nos separa de la iniciativa de un grupo de propietarios alhameños
de constituirse en asociación y crear un lugar de encuentro donde el ocio
y los intereses parraleros aglutinaran a la élite económica y social del
municipio.
El momento político por el que atravesaba el país con el golpe de Estado
del General Primo de Rivera hacía apenas dos meses no era el más idóneo
para iniciativas de este tipo.
La Navidad del año 1923 fue el periodo elegido por
un grupo de propietarios parraleros para elaborar los Estatutos que regirán
la recién creada sociedad "La Tertulia"(31) Reunidos bajo la presidencia de Antonio Navarro Sánchez
en calidad de primer administrador, Cecilio Martínez, Gabriel Cantón, Cristobal
Tortosa, Manuel Cortés, Salvador Calvache, Santiago Martínez y Francisco
Martínez presentaron el Reglamento de la sociedad en el Gobierno Civil de
Almería en los primeros días del año1924.
Veintidós artículos recogen la normativa que regularía la actividad de
esta asociación y explícitamente ponen de manifiesto que su objetivo es
crear un lugar de encuentro donde los socios puedan disfrutar de sus ratos
de ocio con la conversación y la lectura alejados de cualquier matiz político
y siempre en el respeto de las ideas de cada uno de sus miembros.
"Como la mayoría de los señores socios que componen esta entidad son
propietarios y productores de uvas (...) para que cualquier asunto que pueda
resultar beneficioso al interés de todos, se nombrará una representación
para su estudio, previa reunión de la General".
Actúa la sociedad como una verdadera plataforma en defensa de los intereses
económicos de sus miembros y procura al mismo tiempo su formación propiciando
el conocimiento de los últimos avances en temas agrícolas mediante la creación
de una biblioteca que recoja especialmente, "publicaciones agrícolas de
reconocido valor práctico" y la suscripción a los periódicos más representativos
del momento.
En la Calle Rivero nº2 tuvo su primer domicilio legal hasta su traslado
el verano de 1924 a la que sería su sede definitiva en la Plaza de la Constitución
nº2. Este hecho coincidió con el cambio de nombre de la sociedad que pasó
a denominarse "Círculo Unión Alhameña" (32) En su
sede de la Plaza de la Constitución la sociedad desarrolló sus actividades
durante casi veinte años de existencia.
Esta sociedad, a diferencia de otras estudiadas, establece para su gobierno
la figura del Administrador con las funciones que se detallan en los artículos
8 y 9 de sus Estatutos. "Esta sociedad sólo tendrá un Administrador cada
mes, el que asumirá por entero todos los cargos que en toda sociedad desempeñan
el Presidente, Secretario, Tesorero y Vocales. Finalizado el mes, se entregarán
los libros a otro Sr. Socio para que lo sustituya en dicho cargo".
Otra diferencia que marca "La Tertulia" respecto a otras sociedades es
que no establece una cuota fija mensual sino que la cuantía varía cada mes
en función de los gastos realizados. Para los nuevos socios se establece
una cuota de entrada de veinticinco pesetas (33) para
que todos resulten con los mismos derechos el día que se disuelva la sociedad":
La Tertulia desarrolló una incesante actividad durante los años de su
existencia. Referencias acerca del esplendor de sus actividades con motivo
de las fiestas locales o la espectacularidad de sus bailes de Carnaval han
llegado hasta nosotros. Fue un círculo cerrado que aglutinó a los sectores
económicos más favorecidos y marcó en todas sus manifestaciones una clara
diferenciación con el resto de la población del municipio. Los años cuarenta
significaron el fin de esta sociedad a pesar de que fue la única que mantuvo
su legalización tras la depuración llevada a cabo en el Registro de Asociaciones
del Gobierno Civil en cumplimiento de las directivas emanadas del nuevo
Régimen en Enero de 1940. Su declive culminó con la venta de sus dependencias
y su disolución como grupo social legalmente establecido.
La importancia que el fenómeno asociativo alcanzó en
el municipio queda de manifiesto en el importante número de asociaciones
que vieron la luz en estos años a pesar de ser Alhama un municipio que en
sus momentos de mayor auge de población apenas superó los 6.000 habitantes.
El índice de asociacionismo es el más alto de la Comarca del Valle del Andarax.
La iniciativa de constituirse en asociación emana, en la mayoría de los
casos, de los propios interesados. Se trata de iniciativas particulares
con la excepción de algunas asociaciones obreras como "El Progreso" sociedad
de barrileros que siguen las directrices marcadas por sus compañeros de
oficio en la capital, donde ejercían una verdadera presión como grupo.
Resulta digno de mención la nula implantación en Alhama del sindicalismo
institucional promovido por la Iglesia y basado en su doctrina social, nos
referimos a los Sindicatos Católicos Agrarios, de gran implantación en estos
años en diferentes pueblos de la provincia y que aglutinaron a numerosos
pequeños propietarios, medieros y jornaleros agrícolas en toda la geografía
almeriense, siguiendo la línea del resto del país. Es el caso del Círculo
Católico Agrícola de Gádor o el Sindicato Católico Agrícola de Canjáyar
estudiado por la profesora Moreno Baró que verá la luz en fechas próximas,
por citar algunos ejemplos.
La década de los años treinta tan cargada de acontecimientos políticos
de trágicas consecuencias fue pródiga en Alhama en el desarrollo del asociacionismo
político y obrero. Una serie de sociedades de marcado carácter ideológico
de izquierdas afloran en el municipio: Izquierda Republicana, Radio Comunista
de España, Agrupación Socialista o la Juventudes Socialistas Unificadas
que aglutinan entre sus filas a los sectores más dinámicos de la población
alhameña según hemos podido constatar. En un futuro abordaremos el estudio
de su implantación en Alhama.