EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 6 | ECOLOGÍA |
Árboles de nuestro pueblo |
Francisco Martínez
Gonzálvez Biologo - Licenciado en Biología Vegetal por la Universidad de Granada. Profesionalmente centra su actividad en los cultivos ornamentales |
Hace ahora un año apareció en esta revista un primer artículo sobre los árboles de nuestro pueblo. En aquella ocasión vimos la palmera canaria, la falsa pimienta y el agriaz o cinamomo, todas ellas llevaban formando parte de nuestro entorno bastantes años y eran conocidas por todos desde niños. |
En
esta ocasión, veremos otras tres especies, la palmera de abanico
mejicana, el laurel de indias y el braquiquito o árbol
de botella; las tres tienen algunos puntos en común, que cabe
mencionar:
Son de relativa
reciente plantación en el pueblo.
Son muy utilizados
actualmente en la jardinería urbana, especialmente en el litoral mediterráneo.
Tienen defensores
y detractores en cuanto a su utilización en determinadas situaciones
urbanísticas.
Son objeto
de polémica algunos de los tratamientos arbóreos que con ellas
se practican.
Su origen
es de lo más diverso, América, India y Australia.
En cualquier
caso, lo que no cabe duda es que ya forman parte de nuestro Patrimonio Arbóreo,
que enmarcan nuestras calles y plazas, que dan personalidad a aquellos lugares
donde se encuentran y que por tanto, merece la pena conocerlos.
Washingtonia robusta. Wendland
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Las flores
son hermafroditas no pudiendo distinguir las palmeras macho de las palmeras
hembra.
Desde un punto
de vista ambiental esta palmera puede resistir heladas débiles como también
resiste la sequía, dado su origen. Para su buen crecimiento requiere
una exposición a pleno sol así como riego abundante.
Presenta una
elevada resistencia al viento, siendo adecuada para plantarla en primera línea
de mar. De igual manera resiste muy bien la contaminación urbana si bien
no ocurre lo mismo con la contaminación industrial.
Son plantas
que se reproducen por semillas y que presentan una gran longevidad, pudiendo
superar los 600 años de vida.
En cuanto
a su uso en jardinería urbana en muy utilizada en alineación,
para formar grupos, como especie en conexión con el paisaje circundante,
etc. Actualmente se plantan sobre todo ejemplares grandes, incluso de forma
abusiva y en situaciones para las que es no es aconsejable su plantación.
En el pueblo
la encontramos abundantemente representada en la Plaza de España, donde,
si nada ni nadie lo impiden serán testigos mudos de los acontecimientos
locales en los próximos siglos.
Ficus retusa L.
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Los frutos
son globosos (higos pequeños), de color amarillento cuando jóvenes,
que se tornan marrones al madurar, que caen al suelo o se los comen los pájaros.
Veamos ahora
como se comportan estos árboles en cuanto a las condiciones ambientales
bajo las que crecen; en este sentido son árboles que no resisten las
heladas ni los vientos fuertes, si bien cuando son adultos soportan heladas
débiles que les producen una caída parcial de hojas pero que posteriormente
se recuperan cuando llega el buen tiempo.
En cuanto
a la contaminación resisten muy bien a la urbana pero no tan bien la
contaminación industrial.
No son árboles
muy longevos, se estima que pueden alcanzar una vida media de unos100 años,
en condiciones normales no siendo sometidos a fuertes podas ni otras agresiones.
Están
muy bien representados en todo el litoral mediterráneo, y en especial
en nuestra provincia, donde se ha comenzado desde hace unos años a introducirlo
en zonas más frías, produciéndose caídas de hojas invernales
e incluso heladas de las ramas más jóvenes.
Es un árbol
también apropiado para formar alineación, fondos frondosos, pero
sobre todo para crear grandes sombras, y en este sentido conviene plantarlos
en lugares con el espacio suficiente para que puedan ser guiados de una forma
natural, que será cuando se pueda disfrutar de estos árboles con
todo su esplendor.
Pero no todo
son ventajas, son especialmente sensibles al ataque de un "trips",
concretamente el Gynaicothrips ficorum que con sus picaduras produce unas deformaciones
en las hojas y como consecuencia una caída prematura de las mismas. En
relación con este asunto ya existen variedades comerciales que presentan
resistencia a esta plaga.
Hay varias
zonas en el pueblo donde podemos verlos, los más grandes a la entrada
a las pistas polideportivas, los más jóvenes en la Calle Real
y un grupo numeroso en la Plaza de España entre otros lugares.
Brachychitom populneum Shott&Endl
Esta especie,
de hoja perenne, junto a otras del mismo género también de hoja
persistente o de hoja caduca pertenecen a la familia de las Sterculiaceae.
Vulgarmente
las especies del género Brachychitom se conocen como "Braquiquitos"
o "Árboles botella", debido quizás a que la mayoría
de ellos presentan una base del tronco engrosada que recuerda una botella.
Esta especie
puede alcanzar 8-10 metros de altura, llegando a 20 metros en su zona de origen,
Australia.
Son árboles
de crecimiento recto, de copa piramidal y frondosa, con un tronco de corteza
lisa de color verdoso. Las hojas son persistentes, lisas, de color verde brillante
y de forma variada, las puede haber enteras que recuerdan a las del chopo o
trilobuladas, siempre con un largo peciolo.
Los frutos
son cápsulas de color marrón oscuro que permanecen en el árbol bastante tiempo,
cuando se abren por un lateral se observan unos granos amarillos que son las
semillas, protegidas por unos pelos cortos, rígidos y muy urticantes, con los
que conviene tener cuidado si se manipulan las semillas.
Es un árbol
muy bien adaptado en la zona mediterránea, muy difundido en todo el litoral
español. Soporta bien las heladas débiles, aunque no tanto los vientos fuertes,
que pueden causar deformaciones en la copa cuando los vientos son constantes.
Como las otras
especies descritas soportan bien la contaminación urbana pero no la industrial.
Son bastante resistentes a la falta de agua, aunque pueden desprenderse de sus
hojas cuando la sequía es acusada.
En cuanto
a la vida media de estos árboles es similar a la del Ficus retusa, unos 100
años.
En el litoral
mediterráneo se utilizan sobretodo para crear alineaciones, en calles y parques;
también como árboles de sombra, siendo recomendable en este caso cortar el ápice
de la rama principal para que varias ramas se conviertan en principales y el
árbol adquiera una forma más globosa, produciendo una sombra de mayores dimensiones.
En Australia
la corteza se ha utilizado como fuente de fibra para cuerdas e incluso vestido
de indígenas.
Podemos ver
estos árboles en el Parque, en la Plaza de la Inmaculada y en la Calle Barrilerias.