EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 5 | ALHAMEÑOS ILUSTRES |
![]() GUILLERMO ARTES ARTES ![]() |
BERNARDO LOPEZ RODRIGUEZ ![]() |
Nació en
Alhama, en la calle Barcelona, en el año 1.902. Hijo de Diego López Pérez,
conocido en el pueblo como "Diego Pérez" y de Carmen Rodríguez, fue el mayor
de cinco hermanos. A los pocos meses de su nacimiento sufrió una enfermedad
que le hizo, ayudada por una mala administración de unos medicamentos, perder
la vista por completo, pese a los esfuerzos de sus padres y después de recorrer
las consultas de varios médicos.
Esta circunstancia,
por el contrario, no supuso absolutamente nada en su vida, ya que el hecho
de ser ciego no le impidió relacionarse con sus amigos y compañeros al igual
que cualquier niño. Incluso podría decir que dado su espíritu aventurero y
su hiperactividad de cara a todo tipo de situaciones, siempre fue un joven
valiente atrevido alegre y una persona que no conocía el miedo, llegando,
siendo un crío, a colgarle sus compañeros de una cuerda en el "Puente Cinco
Ojos", para coger un nido.
Desde muy
joven, y junto a su hermana Ana María, comenzaron a tomar clases de música
en Almería, ella en casa de un tío suyo, y él después, con un señor llamado
"Canesval", que fue quien le inició en este arte, superando pronto los métodos
de Eslava y el del Solfeo de los Solfeos, e iniciándose en el manejo del violín,
instrumento que después, junto a muchos otros, (laúd, bandurria, guitarra,
acordeón, piano, etc.), pasarían a formar parte de su larga vida musical.
Aprovechó la estancia de D. Emilio Sánchez Plaza en Alhama, como director
de la banda de música de la localidad, para ampliar sus conocimientos musicales
y tomar la base suficiente como para comenzar desde ese momento una dilatada
vida ligado a la música.
Allá por
el año 1.915, ya enseñaba a otros amigos suyos y pronto formaron su primera
orquesta, compuesta por cuatro o cinco miembros que con instrumentos de cuerda
principalmente, interpretaban sus melodías. Basándose en sus conocimientos
musicales aprendía muy pronto las canciones y dictándolas a sus compañeros,
estos las escribían y de esta forma ampliaban el repertorio. Comenzaron allá
por los años veinte a ir al Hotel de nuestro pueblo a tocar, organizando pequeños
bailes donde los jóvenes del pueblo se divertían. Era tan grande su afición
por la música, que junto a su amigo y compañero Lorenzo Cortés, interpretaban
bonitas obras como "El Ave María de Gonnod", o la "Serenata de Tosellis",
hasta altas horas de la madrugada en lo que antiguamente fue la "Era Visitorre",
uno con la flauta y otro con el violín.
También
realizaba su actividad musical en el ámbito religioso, dado que desde muy
joven y junto a su hermana Ana María, al violín él y ella al piano, hicieron
que el Coro de la Iglesia obtuviera una gran perfección, voces selectas y
una gran armonía. Allá por las fiestas de San Nicolás, era tarea cotidiana
el traslado del piano desde la casa de su padre hasta la Iglesia para realizar
las novenas en honor de los patronos, y cuantos actos de culto hubiese. Destacaré
que siendo párroco de Alhama D. Salvador Huertas Baena, sugirió a Bernardo
la composición de una melodía a unas letras que él había hecho. Sin lugar
a duda, la empresa se llevó a buen fin, y desde entonces, el pueblo entona
los primeros días de Diciembre los Himnos a sus Patronos.
Cuando aún
todavía era joven se afilió al Partido Comunista, manteniendo una gran actividad
política en los años antes de la guerra, asistiendo a mítines en Almería y
provincia, siempre junto a su compañero Juan López, con el que estuvo muy
ligado durante toda su vida.
A lo largo
de la primera mitad de su vida, realizó innumerables actividades profesionales,
encaminadas siempre a obtener beneficios con los que salir hacia adelante,
no impidiéndole nunca el hecho de ser invidente, el fabricar jabón en un pequeño
almacén en el paseo, o el montar una pequeña serrería de madera, (afortunadamente,
nunca tuvo el más mínimo accidente), o participar junto a su familia en la
fabricación de fideos y demás tipo de pastas.
Pero había
algo en Bernardo que le hacía ser una persona sorprendente, su gran facilidad
para realizar actividades manuales, dado su estado. Siendo aún un muchacho
y después de oír que el piano de su padre sonaba mal, comenzó a desmontarlo,
desguazándolo al cabo de un tiempo por completo. Su familia alarmada y viendo
lo que había hecho se desesperaban entre grandes discusiones, pero él, encerrado
en esa habitación y al cabo de unas horas logró recomponer el instrumento
y puesto que eran las tres de la mañana, comenzó a interpretar esa popular
melodía que dice: "Son las tres de la mañana...", por supuesto con una afinación
exquisita, lo que llevó a que todos se fundieran en un gran abrazo reconociendo
lo que había hecho.
Estuvo unos
años de relojero en la mina del olivillo, repartiendo los horarios de los
riegos, por entonces fue cuando conoció a Carmen, la que sería después su
esposa y compañera. Fruto del matrimonio nacería su única hija, Carmina.
En el año
1.939, terminada la guerra, junto a un gran grupo de alhameños, es conducido
a la cárcel de Almería donde pasaría tres años. Esto se produjo a causa de
sus ideas políticas e influenciado por los rumores de que era un miembro importante
dentro del Partido Comunista y dada su facilidad en fabricar tantos explosivos,
como plomos para las escopetas con los plomos de las barandas del paseo, que
al calentarlos y lanzarlos al aire frente a un ventilador, se transformaban
en unas bolitas que al caer al suelo se aprovechaban para este fin.
Tuvieron
suerte este grupo de presos, entre ellos Bernardo, en salvar su vida, ya que
junto a ellos camino de la cárcel, fue enviada una orden de las autoridades
del pueblo comunicando la peligrosidad de los mismos, por lo que debían ser
eliminados rápidamente. Afortunadamente, el jefe de la prisión se molestó
en preguntar uno por uno que a cuantas personas habían matado, lo que hizo
que al escuchar la respuesta negativa de cada uno de ellos, les propusiera
el presentar un documento avalando lo dicho. Se produjo un gran revuelo en
el pueblo con el tema de los avales y gracias a esto todos, incluido Bernardo
salvaron la vida. Dentro de la cárcel formó parte de una orquesta hecha a
selección entre los músicos que en ella había. Este hecho le ayudó mucho de
cara a su estancia y posterior puesta en libertad. Su salida de la cárcel
se produjo debido al cúmulo de varias circunstancias, por entonces se le habló
bastante al jefe de la Guardia Civil de Alhama de su actividad musical en
el Coro de la Iglesia y esto influyó junto a la puesta en libertad de un gran
número de paisanos por esas fechas.
Una vez
salido de la cárcel, continuó realizando diversas actividades con las que
ganarse la vida, volvió a fabricar jabón, pero una de las que más centraron
esta época de posguerra en la vida de Bernardo fue su relación con el estraperlo.
Periódicamente cogía su burra y se encaminaba solo y de noche a la estación
de Santa Fe, desde donde regresaba al pueblo por el río hasta Galachar y después
para arriba por el camino. Lo sorprendente es que el camino lo hacía solo
y sin perderse ni una sola vez, bajado siempre de la burra para así saber
por donde iba.
Su actividad
musical comenzó a centrar su vida, formando en los años siguientes la "Orquesta
El Triunfo", donde ya se salían un poco de la tónica dominante de las anteriores
"orquestinas" o "rondallas" que había tenido anteriormente, ya que pasaron
a incorporar instrumentos de viento, como saxo, trompeta, además se incorpora
el jazz, contrabajo, etc...
Esta primera
orquesta importante, hizo que su nombre se difundiera por toda la provincia
e incluso en provincias limítrofes, donde realizaron gran número de actuaciones
suponiéndoles un medio de obtener beneficios económicos para seguir adelante.
Allá por
los años 50 y principios de los 60, la orquesta "El Triunfo", realizaba en
el pueblo numerosísimos bailes y actuaciones, tanto por fiestas, como por
cualquier circunstancia. Había muy diversos lugares donde actuaban, pero principalmente
en "La Tertulia", y en la Placeta de los Cantones.
También
Bernardo dedicó varios años actuando en al antigua emisora de nuestro pueblo
situada en el Hotel Balneario, realizando programas musicales acompañados
por jóvenes que cantaban y recitaban.
A mediados
de los años 60 la orquesta "El Triunfo" se disuelve por la separación de parte
de sus miembros y Bernardo junto a fieles amigos (entre los que quiero destacar
a Gabriel y Eleuterio, compañeros hasta el final) continuó con su labor musical,
centrada de nuevo principalmente en los instrumentos de cuerda. Es por entonces
cuando comienza esa labor pedagógica que hizo que su casa de la Calle San
Nicolás, donde vivió después de casarse, fuese entre las décadas de los 60
y los 80 el lugar con mayor actividad musical de nuestro pueblo. Allá se daban
clases, pasaron decenas de alumnos (que hoy en día y cuando lean estas líneas
lo recordarán), unos lo dejaron, otros continuaron, formando distintas rondallas
a lo largo de estos años. Allá se ensayaba periódicamente produciéndose el
hecho de que más de un ensayo era un espectáculo ver como los vecinos y mucha
gente del pueblo les gustaba reunirse tanto dentro de la casa como en la puerta
al fresco, para escuchar las "piezas" como a él le gustaba llamarlas.
Se comenzó
a tocar en bodas, bautizos, comuniones, todo tipo de fiestas religiosas, continuando
con el Coro de la Iglesia, algo que nunca dejó. Quiero destacar en este punto
algo que siempre me llamó la atención, el hecho de que aún siendo Bernardo
una persona con unos ideales políticos concretos, estuvo ligado a la Iglesia
en el plano musical durante toda su vida, siempre guardando un respeto exquisito
y de forma altruista, sin cobrar nada por ello.
El 17 de
Marzo de 1.990, falleció en su casa de la Calle Nicolás. A su entierro asistieron
las dos bandas de música que por entonces había en el pueblo. Durante el funeral,
el coro que tantos años había dirigido cantó la misa despidiéndole con la
interpretación de los dos Himnos a los patronos que él mismo había compuesto.
Alhama había
perdido a un hombre entrañable, amigo de todos y querido por todos, con un
sentido del humor envidiable, lo que le hizo afrontar su dura vida con optimismo
y esperanza, hombre respetuoso para con las ideas y pensamientos de los demás,
interesado al máximo por la cultura, (recuerdo que siempre hubo a lo largo
de toda su vida, alguien a su lado que le leyera, desde un gran libro de literatura
hasta la prensa diaria, pasando por el listín de teléfonos para que él lo
fuese anotando en su particular sistema de escritura con un punzón).
El 19 de
Agosto de 1.990 se realizó un homenaje póstumo al que asistieron numerosísimos
alhameños. Hoy en día todos le recordamos y espero que las personas más que
jóvenes que no le conocieron, a partir de este artículo tengan una idea de
quien fue Bernardo.
Quiero terminar
con una frase que su buen amigo Lorenzo Cortés (hoy también fallecido), escribía
en el programa realizado para su homenaje, y que me gustaría aplicarla al
sentir de todos los que le conocimos, dice así:
"Bernardo,
te deseo un eterno descanso con mi añoranza a nuestra amistad y que brille
para tus ojos la luz perpetua".{1}
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