EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 3 | ALHAMEÑOS ILUSTRES |
D. MARIO LÓPEZ RODRIGUEZ
GUILLERMO ARTES ARTES
En este nuevo número de nuestra revista, tengo el placer de tratar y escribir sobre un alhameño de pura cepa, D. Mariano López Rodríguez. Abogado, Juez Militar, Alférez y después Teniente de Regulares, Secretario General del Gobierno Civil de Almería, Secretario Nacional de Sindicatos, Secretario General del Gobierno Civil de Sevilla durante treinta y ocho años hasta su jubilación, pero ante todo y como él mismo dice ¡Alhameño!, y lo dice con un orgullo interior de serlo y sentirlo.
Un alhameño que tal vez no sea muy conocido desde unas generaciones para adelante. Por tanto, ese es mi propósito desde este artículo. Dentro de nuestras limitaciones de espacio voy a intentar que conozcamos a D. Mario, como fue su niñez, su trayectoria profesional, y sobre todo su relación con Alhama, que nunca ha dejado de existir como veremos más adelante.
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Pude
comprobar el alto grado de humanidad del que goza, su gran sentido social y
humano de la vida, y sobre todo esa visión de futuro que desde sus ochenta y
cuatro años, te deja atónito, viendo como aún siendo una persona que vivió su
vida plenamente durante el Régimen de Franco y desde unas posiciones bastante
sobresalientes, ha sabido a lo largo de todos estos últimos años, coger y seleccionar
en su vida y para los suyos, todo lo positivo del pasado, y desechar todo tipo
de rencores, enfrentamientos, etc. Por tanto le podemos ver abierto al futuro,
a las nuevas tecnologías y con una fijación permanente: ¡El seguir haciendo
cosas por Alhama y sus gentes!.
Comenzamos hablando de su niñez...
"Nací
en 1.913, en Alhama. El pueblo ha sido para nosotros el punto neurálgico digámosle,
de nuestra trayectoria, siguiendo el ejemplo de nuestros mayores. Yo tengo en
gala el tener unos padres extraordinarios en todos los sentidos, y unos abuelos
magníficos por las dos ramas. Todos con un sentido social de la vida, social
cristiano, huyendo de beaterías, pero sí con un profundo respeto por el sentido
cristiano de nuestra existencia. Fruto de ello es la educación que nos dieron,
basada en el amor al trabajo. Recuerdo una frase característica de mi padre
sonríe con añoranza -, que cuando uno se descuidaba un poco en las notas,
cosa que en mi casa se daba poco, decía ¡Estudia Bernardino y comerás tocino!.
Mi
niñez transcurrió muy vinculada al pueblo. Sentía la necesidad de relacionarme
con todos, hasta el punto que hubo una ocasión en la que un cliente de mi padre
decía que era sorprendente que este niño solo tenía por amigos a las personas
mayores del pueblo, y efectivamente tenía razón, ya que yo era una especie de
"perro paco" por todas las calles del pueblo.
En
un principio me llevaban a la escuela pública, la escuela de D. Gaspar. Era
un buen maestro, pero un día observé que este hombre le daba con la palmeta
aun niño, y aquello se me grabó de tal manera que yo no quería ir más a la escuela,
pero mi padre se imponía y me llevaba arrastrando. D. Gaspar se jubila y viene
D. Emilio Miranda con el que hago el resto de la enseñanza e incluso la preparación
del ingreso. Yo, de D. Emilio Miranda, casado con Dña. Laureana, guardo los
mejores recuerdos de un gran maestro, no solamente por su preparación, sino
por su formación, era un pedagogo de los pies a la cabeza. Recuerdo que cuando
hice mi primer examen que fue de geografía e historia él fue con mucha ilusión
a colocarle el sello de la escuela pública.
Cuando le pregunté sobre sus padres y sus
hermanos me contestó...
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![]() Vista de la casa de D. Mario desde la Plaza de Arriba |
"Seguí
mi formación, los tres primeros años de Bachillerato, siempre aquí, ayudado
por D. Emilio Miranda. En Quinto curso, año 1.928, muere mi madre, yo tenía
15 años. Acabé el Bachillerato y el primer año de Carrera de Derecho lo hice
en Granada, donde tuve como profesor de Derecho Político a D. Fernando Giner
de los Ríos. Después continué la carrera en Madrid, donde estaba mi hermano
Paco.
Una
vez terminada la carrera me vuelvo para Almería y por entonces muere mi abuela
y empieza la Guerra Civil. Yo me sublevo y junto con otros compañeros nos vamos
sierra adentro. Cruzamos Sierra nevada y fuimos a caer por Capileira a la España
Nacional, donde pasé el resto de la contienda. Hice las pruebas de Alférez en
las que obtuve el número uno por lo que elegí el cuerpo de Regulares."
"Conocí
a mi mujer en el año 42, por Semana Santa. Ella estaba interna en el Sagrado
Corazón en Madrid. Después ganó las oposiciones del Cuerpo General del Estado.
Me podía haber quedado en Madrid, mis hermanos pensaban que cometía un disparate
con rechazar Madrid, pero yo les dije que no, que me iba para Almería. Así que
obtuve la plaza de Secretario General del Gobierno Civil de Almería."
"Por
entonces unos de tantos Gobernadores Civiles que pasaron por aquí, Rodrigo Ubartell,
se empeñó que yo tenía que organizar el tema sindical en Almería, por lo que
me hago cargo del tema y fundamos una de las Organizaciones Sindicales más importantes
que había en España. Después me trasladan a Madrid en contra de mi voluntad,
pues después de un año al frente de esta secretaría y ante mis inquietudes de
volver, llego hasta D. Francisco Franco con quien tengo una entrevista y le
planteo mi deseo de dedicarme a mi profesión, la Función Pública.
Me
presenté a la plaza de Secretario General del Gobierno Civil de Sevilla. Nos
presentamos treinta y dos aspirantes, yo saqué el número uno. Después de esperar
durante el período establecido para recurrir los resultados, a mediados de la
década de los cuarenta, un 19 de agosto tomé posesión de mi cargo en Sevilla,
donde he permanecido hasta mi jubilación."
![]() Fachada de la casa de D. Mario López Rodríguez en la calle de su nombre |
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"En
la década de los cuarenta el pueblo estaba muy mal con el tema de San Nicolás.
Había una imagen que no llenaba y no iba casi nadie a las procesiones, por lo
que me puse a buscar y recordé que la viuda de D. Juan Company, que era tía
nuestra, tenía una fig
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ura pequeña de San Nicolás que a mí me interesó bastante.
Le di coba a esta señora para que me lo dejase. Me lo llevé a Sevilla, al mejor
escultor que había entonces, D. Antonio Castillo Lastrucci, con el que tenía
gran amistad. Le comenté que quería una reproducción exacta de esta figura pequeña
a un tamaño más natural y con unas medidas que le facilité. Una vez finalizada
se trajo para el pueblo y yo confeccioné un acta donde manifestaba que la hermandad
de labradores de Alhama, es dueña de la imagen, pues siempre los curas como
es sabido y sobre todo en esa época tenían bastante poder. Así que para evitar
que viniese alguno y dispusiera sobre el destino de la imagen la daba en depósito
permanente a la Parroquia, propiedad de la hermandad de labradores de Alhama."
Nos
levantamos e iniciamos un paseo por la casa en el que D. Mario me iba contando,
a la vista de tantos recuerdos, fotografías, diplomas, etc., la historia de
cada uno de ellos...
"Estos
cuadros son de mi tía Loreto y mi tía Carmen, hermanas de mi madre que a su
muerte, fueron para mí como dos madres. Pero sobre todo he de recordar a mi
Kika, madre de Cristóbal Abad a quien también consideré como una madre a lo
largo de mi vida."
"Esta
casa viene de mis bisabuelos, pero fueron mis abuelos los que la reformaron
y ahora después de tantos años he sido yo el que de nuevo la he vuelto a arreglar.
Quiero que todos mis hijos tengan siempre presente el recuerdo de esta casa,
mis nietos y todas las generaciones venideras. En mi testamento digo que esta
casa jamás se venda, que sea siempre el núcleo que una a todos con Alhama."
Finalizando
este recorrido nos sentamos en el espléndido salón donde de una forma muy cordial
y emotiva concluimos nuestra conversación...
"Desde
entonces y hasta la actualidad he pasado estos años en Sevilla y siempre he
tenido a Alhama en mi punto de mira. Ahora mi obsesión es hacer ver al alhameño,
que no se fije en el pueblo como hemos hecho tantas generaciones, y vean que
tiene muchas posibilidades. Yo recuerdo que antes tanto el albañil como el carpintero,
como el médico, en general todo el mundo tenía su pequeño trozo de tierra que
constituía el ahorro familiar. ¿Porqué se da ahora la espalda al campo? ¿Tal
vez porque la producción actual no está dando resultado?, pues busquemos nuevas
técnicas de cultivo. Mi familia en este aspecto estamos en contacto con técnicos
de la Junta de Andalucía para estudiar la posibilidad de nuevas técnicas de
cultivo, así se lo comuniqué al alcalde en una entrevista que mantuve con él
hace unos días."
Después
de darle las gracias por todo me comentó...
"La
gratitud es mía por que un alhameño requiera la modestia de este otro alhameño
que no tiene otro objetivo que el poder servir en todo lo posible a su pueblo."
Me
alejo por la plaza de arriba con la satisfacción de haber conocido a una gran
persona, que siente, lucha y se enorgullece de la tierra que le vio nacer.