EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 3 | USOS Y COSTUMBRES POPULARES |
Fiesta y Fuego en el valle del Andarax
JOSÉ MIGUEL
MARTÍNEZ LÓPEZ
Universidad de Almería
Almería, al igual que el resto de Andalucía, cuenta con una gran variedad de fiestas y manifestaciones culturales cercanas al pueblo, a su manera de ser, de pensar y sentir.
Ferias,
días patronales, romerías, carnaval, semana santa y salidas al campo completan
el ciclo anual festivo en cada lugar, pensando en la diversión, el encuentro,
los amigos, la fantasía y lo religioso.
La
Cultura Popular Andaluza vive entre la fe y el rito, la pasión personalista,
lo teatral y lo real, el sentimiento de convivencia, relación amigable, creencias
en lo mítico y entusiasmo por los rituales. Las apariciones vírgenes en los
montes y el sufrimiento de los cristos (Romerías), el descubrimiento de la emperatriz
Helena del madero de la Cruz en los Santos Lugares (Día de la Cruz), supersticiones
(hogueras, agua, bendición de la tierra, animales, etc.) o la celebración de
los patronazgos son objeto de culto y diversión bajo la organización de un grupo
de personas (mayordomos o vecinos) reunidos en una hermandad. Todas ellas debido
al espíritu comunicativo, imaginativo y placentero de los andaluces, se acompañan
con música y abundante comida. Es la cultura y el sueño de las clases populares
y el salir de la rutina de las más favorecidas. Cada grupo está representado
por un símbolo religioso o pagano, según el tipo de festejo identificado con
una cofradía, barrio, pueblo o grupo.
Los
aspectos simbólicos de las fiestas más significativos son: agua (purificación
y descontaminación), tierra (fertilidad y vida), animal (lo real y lo mítico),
aire (divino y fantasía) y fuego (purificación y nueva vida).
El
fuego es simbolizado por el sol, la luna, el rayo, la sangre y el color rojo;
procede generalmente del cielo y tiene carácter divino, por lo que es destructor
y protector al mismo tiempo, capaz de espantar a los malos espíritus y proteger
la morada. Lo profano y lo religioso se funden en el espectáculo de la diversión
el riesgo. En la "Teología" de Hesíodo se cuenta la historia de Prometeo
y Zeus sobre el robo a los hombres del fuego de la tierra; de forma encadenada
han ido escribiendo relatos relacionados con el fuego elevándolo a la condición
de mito y símbolo de carácter divino, destructor y protector de moradas.
Trataremos
de centrar el trabajo sobre el ciclo festivo, pero resaltando todo lo relacionado
con el fuego y la gastronomía por la importancia que parece tener en bastantes
lugares de la comarca. En estos dos símbolos festivos también conviene resaltar
la importancia de cuatro aspectos decisivos en las celebraciones profanas y
uno en su manifestación religiosa. En el primer caso nos referimos a las populares
Hogueras, Chiscos o Lumbres que se organizan, en la mayoría de los casos, coincidiendo
con San Antón o San Sebastián (enero); confección, carreras, entierro o quema
de la Zorra, Zorrica o Toro de Fuego, como fin de fiestas; las numerosas baterías
de cohetes, petardos y barrenos que animan los festejos en los pueblos del valle
y las salidas al campo durante el Jueves Lardero para degustar los mejores productos
de la zona y el acompañamiento durante las hogueras, de buen vino y viandas
para asar e el fuego. La fiesta en sí, se circunscribe al momento de su celebración,
tanto la gastronómica como la del fuego, experimentado con el tiempo en ambos
casos un retroceso de participación, menos en la quema de la zorra y Toro de
fuego que los jóvenes conquistan la calle, abundan los aplausos y triunfa la
tradición. Si el ruido es uno de los ingredientes esenciales de la fiesta, en
las del Andaráx se cumple perfectamente la animación y el mantenimiento de una
costumbre de los repobladores levantinos que de continuar; aman la pólvora,
valoran su utilización, la asocian con lo lúdico y el arte de fabricar fuegos
de artificio.
En
el segundo caso, la importancia histórica de las hermandades y grupos de ANIMAS
que entre folklore, temor y religiosidad popular, trabajan activamente para
recaudar fondos y aceites visitando casas y cortijos de los vecinos de cada
pueblo para poder costear el extraordinario gasto que suponía para la iglesia
mantener el fuego de las mariposas encendido durante todo el año, además de
colaborar en los gastos generales de las respectivas parroquias. Así vemos que
muchas de las fiestas del ciclo anual giran en torno a estos dos símbolos básicos.
Los grupos de Animas que se dedicaban a la recaudación finalizaban la temporada
con una buena jornada gastronómica y cuando visitaban las casas entonando sus
coplillas, naturalmente no con la importancia y la tradición de las Cuadrillas
de los Vélez o el Almanzora, a cambio recibían la invitación de la familia visitada.
El caso de Alhama de Almería
Un
lugar para sanar debido a las ventajas terapéuticas de sus aguas termales, donde
sus entrañas arden y las aguas del subsuelo conviven con el fuego, donde los
ritos paganos han convivido siempre con los religiosos y la tolerancia entre
las ideologías ha estado presente; tierra de líderes destacados como el árabe
Azamut y el republicano Salmerón y respeto por la diversidad cultural, tiene
al fuego como centro de su fiesta. Es el ritual en torno al sol, a la fecundidad,
a la luz y a la purificación del ambiente, alejando los malos espíritus, pero
de todo signo. En lo religioso saben representar muy bien, venerando al santo,
pero con la tradición singular "QUEMAR LAS BARBAS a San Antón", en
enero; se organizan lumbres en espacios abiertos del pueblo, en los cruces de
algunas calles al fuego que "marca el exterminio o quema de aperos agrícolas
inservibles, objetos en desuso y el resurgimiento de la alegría" (Ana B.
López). Las gentes conversan en círculo alrededor de la hoguera, bailan cogidos
de la mano y se encuentran los enamorados al son de canciones tan populares
como Pajarita de las Nieves, Un limón echó a rodar, Aquél que está en la esquina,
etc. La noche discurre entre el baile y la gastronomía a base de tocino asado,
palomitas, buñuelos, chocolate y ponche. No pasa la fiesta por su momento más
álgido pero permanece en el buen recuerdo de los alhameños y está en vía de
recuperar su actividad histórica. Invocación a los dioses, respeto al santo
en su víspera, convivir los vecinos y pasar por el fuego con la idea de purificación
son hechos destacables, sin olvidar la diversión.
También
estará presente el fuego en el resto de los festejos: Fiestas de Invierno. San
Nicolás de Bari y la Inmaculada Concepción, en diciembre, patronal. Se celebra
desde el S. XVIII con la costumbre de organizar una jornada gastronómica previa
a la procesión, el castillo de fuegos artificiales y quema de un extraordinario
Toro de fuego "que sembrará el pánico entre todos los valientes que tengan
la osadía de enfrentarse a él en las calles, sin otras armas que la velocidad
de sus piernas". (F.P.1984).
En
lo referente al aspecto más religioso, nos centramos en la capacidad económica
e importancia de las hermandades de Animas en épocas anteriores debido a donaciones
y peticiones que hacían sus miembros, así como la relación de instituciones
de la iglesia que tenían propiedades en el municipio:
Con
el ejemplo de Alhama vemos los numerosos bienes de la iglesia y la cantidad
de casas, tierras, y otras donaciones que tenían en la mayoría de los lugares
del Andarax, pero lo que más nos interesa en esta aportación es la importancia
que en la época tenían las hermandades de Animas de algunos pueblos por la necesidad
de recaudar fondos para el mantenimiento de los gastos de las iglesias. Así
la Hermandad de ANIMAS de Alhama, según el Catastro (14 de Septiembre de 1752,
tenía en propiedad:
* "Una casa situada en el Varrio de la Plaza, propia de dicha Hermandad, con quatro varas de frente y tres y media de fondo, que se compone de un quarto vajo. Linda por poniente con casas de Francisco de Salas y por levante con la calle que va a dicha plaza. Puede ganar de renta al año veinte y quatro reales de vellón".
* otra casa situada en dicho varrio, propia de la dicha Hermandad, con tres varas de frente y tres y media de fondo, que se compone de un quarto vajo, Linda por poniente con herederos de Miguel García y por levante con dicha Plaza Nueva. Puede ganar de renta al año veinte y quatro reales de vellón".
Si
en Alhama esta hermandad no tenía tierras, la Hermandad de Animas de Bentarique
tenía en propiedad en el término de Alhama "una pieza de tierra de secano
estriada en el pago de La Fuente de Ordoño, con veinte tahullas de segunda calidad.
Alinda con el Barranco de los Salgarillos y con casa de Juan Gutiérrez"
(Catastro E-47, AHP), de las que recibía rentas, además de sus propiedades en
su pueblo como una casa en la calle del Horno y varias piezas de tierra que
le rentaban en reales de vellón de cantidad de 892 (tierras de riego), 579 (arbolado)
y 66 (de la casa).