EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 26 LA IGLESIA DE ALHAMA
 

Las huellas del tiempo en la iglesia de Alhama
David Martínez Amate

La iglesia, el mayor y más antiguo edificio en pie de nuestro patrimonio, está nuevamente en obras y como en ocasiones anteriores el resultado final volverá a modificar su aspecto, sobre todo, en su decoración interior confiriéndole una vez más un estilo que nada tendrá que ver con el anterior. Los tiempos, las necesidades y los gustos cambian y con ellos la imagen del templo.

Hagamos un ejercicio de imaginación y por un momento, pensemos no solo en el edificio que en la actualidad vemos sino que vamos a centrarnos en el espacio que ocupa. En este mismo lugar han existido diferentes construcciones dedicadas a usos religiosos por diferentes culturas.

Atendiendo a los textos históricos sabemos que en este mismo espacio se edificó una mezquita, que tras la conquista cristiana fue reutilizada como iglesia y tras los terribles acontecimientos que azotaron esta tierra en el siglo XVI: terremoto de 1522, el levantamiento de la población morisca, el abandono del pueblo terminan por arruinar el edifico.

Cuando los nuevos pobladores llegan al lugar lo describen diciendo que su estado es ruinoso, que está destechada y que en su interior crece la maleza. Así pues y con el mecenazgo de los señores del lugar, los duques de Maqueda se decide dotar a los pueblos de su señorío de nuevas iglesias.

Ya en siglo XVII, sobre las ruinas del anterior edificio se erige un nuevo templo de muros de mampostería, de planta rectangular de estilo mudéjar, con una torre adosada con acceso desde su interior. Posteriormente, a mediados del siglo XVIII, dado el aumento de población y falta de espacio de la iglesia se decide la construcción de un nuevo edificio utilizando la obra existente y se acomete un cambio estructural dándole su actual dimensión y forma de cruz latina. A partir de aquí, las sucesivas reformas que se han realizado no han sido estructurales, sino estéticas y de mantenimiento.

Muro este en el actual altar mayor, donde se aprecian las huellas de un gran arco que bien pudo ser la puerta de entrada.

Así pues vemos que en este espacio han existido al menos tres edificios diferentes. Una primera mezquita reutilizada después como iglesia, una iglesia mudéjar de planta rectangular construida a partir de ésta en el XVII y sobre ésta, el edificio que conocemos en la actualidad de cruz latina realizado a mediados del XVIII.

Con motivo de la nueva recuperación, la que se ha realizado en este año 2008, se ha desprovisto al edificio de sus revestimientos tanto interiores como exteriores, dejando su estructura visible, convirtiéndose en una magnifica oportunidad para observar en sus muros las huellas de las diferentes obras y los cambios sufridos a través de los siglos. De la observación de estas huellas podemos aventurar que la parte mas antigua de la iglesia la conformaría un edificio de planta rectangular orientado a Levante, construido con muros de mampostería (1) sobre una cimentación de grandes bloques de sillar (2) todos estos muros se presentan homogéneos en su factura salvo el arranque de la pared Sur en este tramo y a una altura media de algo mas de 1,50 m. del nivel del actual piso, la mezcla de fijación de las piedras es de color más claro y aspecto mas compacto, con un repello mas intenso, que casi no deja ver las piedras. Da la impresión de ser un muro más antiguo reutilizado. Es posible que esta primitiva construcción tuviese su acceso a través de una puerta que se abre en el muro Norte (plaza de Los Decididos) de este acceso solo se conserva algo menos de la mitad de su ancho original ya que se cortó en la ampliación realizada en el siglo XVIII para la construcción del crucero. La altura interior de esta posible puerta es de 2.10 m. sobre el piso actual y está rematada con un arco de ladrillos (3) de forma peculiar. Sería un arco de medio punto pero con el arranque ligeramente desplazado hacia el interior, apoyado en una piedra trabajada a modo de capitel que le imprime mas la forma si cabe de arco de herradura (4).

Arco exterior de la puerta de entrada de la calle Sacristía.

Detalles que pueden referirse a la construcción del XVII

Arruinado el anterior edificio se acomete a principios de este siglo la construcción de una nueva iglesia para ello aprovechan la planta existente dotándola de una nueva cubierta de una altura de 1.20 metros menos a la de hoy en día. La altura se determina al observar que el muro de mampostería esta rematado por un alero de ladrillos sobre el que descansaban las vigas que conformaban el artesonado de la cubierta quedando visibles los huecos dejados por éstas.

Se cierra la entrada existente reconvirtiéndola en una especie de armario o alacena (5). El nuevo acceso se ubica en la pared que da a Levante -donde hoy se encuentra el altar mayor-, por la actual calle Sacristía, y para ello se abre una puerta de 2.90 metros de ancho y una altura hasta el inicio del arco de 3.00 metros, esta puerta está rematada en el exterior por un arco de medio punto hecho de ladrillos de los que dos conservaban un vidriado en color verde oscuro. En el interior, el arco de esta puerta es de medio punto rebajado y esta hecho también de ladrillo. Sobre esta puerta se hace después una ventana de 1.50 metros de ancho (6) y una altura indeterminada por estar cortada por la ventana actual que se abrió en las obras de los años 1967-1969. A izquierda y derecha de ésta, pero a menor altura se abren otras dos ventanas simétricas de 1.50x 1.50 metros.

Arco de ladrillo que parece se corresponde con la puerta de entrada del primer edificio religioso.

El muro norte a la altura del actual altar es el de la torre, que está hecho de mampostería con las esquinas de sillares y con una puerta de acceso a ésta de medio punto sin ladrillos, de más altura y anchura que la actual.

La cara de la torre que da al crucero tiene la misma factura que la anterior, salvo que presenta la peculiaridad de estar decorada. Esta decoración consiste en el relleno de mezcla de las uniones de las diferentes piedras, pasándoles después una plana para alisarlas.

Así pues esta decoración nos indica que la torre existía antes de la obra del XVIII y, que tres de sus cuatro caras daban al exterior, y que su aspecto era diferente al actual.

Ampliación en el siglo XVIII

Para mediados del XVIII, el antiguo edificio de planta rectangular se ha quedado pequeño, es el momento de acometer una nueva obra.

En esta ocasión la obra implica diferentes medidas, diferente planta, nuevos accesos y nuevos espacios anexos. En definitiva un nuevo edificio que, tanto por razones de lógica constructiva, como por razones económicas, reutilizara en la medida de lo posible los restos de la anterior edificación. La obra consiste en ampliar la nave, tirando el muro de cerramiento oeste (entre las dos plazas) ampliando el cuerpo de la nave.

Utilizando la escuadra de la torre se construye un crucero y el transepto se resuelve con cuatro grandes arcos de ladrillo. Se construye una habitación anexa al crucero, parece que de dos plantas -donde hoy se guardan las imágenes de la Semana Santa-, una sacristía y una nave adjunta a ésta ,hoy conocida como cochera, al igual que se reviste el exterior de la torre y se le agrega el cuerpo superior octogonal de ladrillos. El edificio resultante, duplica el tamaño del anterior.

La técnica constructiva es diferente a la anterior. Se sustituyen los muros de mampostería y se construye con el sistema de cajones de ladrillo. Cuando en el muro hay que abrir una puerta o ventana, estos huecos se enmarcan con ladrillos.

La ampliación de la nave es de 15 metros más de fondo. El acceso que parece ser que en la anterior construcción se hacía por la calle Sacristía se ubica en esta zona. Los accesos se corresponden con los actuales.

Ventanas sobre la puerta de la sacristía.

La iluminación de esta zona ampliada se proyectó por medio de tres ventanas de 2 x 2 m. Una colocada sobre la puerta Oeste, en el lugar que hoy ocupa una vidriera redonda, y las otras dos simétricas a ambos lados del actual coro en los muros Este y Oeste. También se abren dos ventanas simétricas de 1,80 x 0.90 m. en el tramo de nave antiguo justo antes del arco del crucero y a la misma altura de las anteriores.

Sobre la puerta Oeste aparecen los huecos dejados por las vigas del entarimado de madera del coro, colocadas a 15 cm. una de otra que cubrirían una superficie de 3,20 x 7,85 m. El acceso lo tenía por la pared Norte al igual que el actual y también dejan huella los agarres de las escaleras y la barandilla que daba a la nave. No se puede afirmar que este coro sea de esta época pues bien pudo ser un añadido posterior dado que también se puede aventurar que el coro inicial podía estar situado en la zona superior al actual espacio donde se guardan las imágenes en el crucero. Si observamos la imagen de esta habitación se verá claramente que tenía otra planta encima con un amplio ventanal que bien pudo servir para albergar el coro.

Las hornacinas que vemos en la actualidad, no se corresponden con esta ampliación sino que se hicieron con posterioridad, ya que para hacerlas rompieron los cajones de ladrillo, lo que nos indica que son posteriores. En el edificio de mediados del XVIII no había hornacinas en esta zona.

Para la construcción del crucero, se derriban dos lienzos de pared del anterior edificio, y se levantan cuatro grandes arcos de ladrillo para soportar la cubierta del transepto. En el ala Norte del crucero -donde ahora se sitúa el Sagrario- se ubica una estrecha y alargada ventana situada en el centro de la pared que da a la calle Canalejas y una segunda de 2,00 x 2,00 m. dando a la plaza Los Decididos. La pared de la torre que da a este tramo, no la tocan solo la enlucen, por eso cuando ahora en 2008 retiran ese enlucido, se dejo ver su antigua decoración.

En la zona Sur del crucero -la de San Nicolás- no se observa ninguna ventana, si bien se abre una gran puerta rematada con arco de medio punto que da acceso al actual cuarto donde se guardan las imágenes de la Semana Santa. Sobre éste, tal como se ha comentado en líneas anteriores, se construye otro de iguales dimensiones, que posteriormente será cegado y en su parte superior izquierda y se abrirá una ventana que luego volverá a cerrarse.

En ambas paredes laterales del crucero -Norte y Sur- se abren cuatro hornacinas paralelas y simétricas de 0,85 m. de ancho por 1,95 m. de alto.

Situándonos en la zona del altar mayor, observamos que en la pared Norte se abre un hueco para hacer la puerta de la sacristía, y sobre ésta se coloca una nueva ventana más grande que la que existía en esa pared, tapándose esta ultima. Se achica la puerta de entrada a la torre, se convierte la puerta de medio punto en una rectangular mas pequeña para que guarde simetría con la de la sacristía.

Se construye la sacristía y la nave adjunta, que hoy conocemos como cochera. La pared de cabecera del altar, pared de Levante, se transforma. Se cierra la puerta de acceso, se tapa la ventana que había sobre ésta, las dos ventanas simétricas las convierten en hornacinas y debajo de estas hornacinas se hacen dos nuevas además de una quinta que queda centrada. Estas cinco hornacinas tienen unas medidas de 0,85 x 1,95 m. Esta pared es la que más modificaciones presenta convirtiéndose en un auténtico rompecabezas pues se puede apreciar desde la huella de la que suponemos la primitiva puerta de entrada, los anclajes del retablo donado por Artes de Arcos hasta las huellas dejadas el crucifijo que la presidía hasta hace unos días así como lo que parecen ser tres hornacinas inconclusas de cronología incierta.

En cuanto a las cubiertas, no hay constancia de que se reutilicen las del antiguo edificio, lo único que parece claro es que le dieron la misma altura que el anterior y que en un fragmento de los que se conservan, recogido de la zona del coro actual reza "se hizo 1749". Con el paso del tiempo esta iglesia siguió transformándose, se cierran hornacinas por aquí se abren por allá, se abre una ventana se cierra otra, sufre saqueos, sufre el paso de guerra civil y hasta "una restauración" en 1967 que casi la convierte en una nave industrial. En fin los siglos y las gentes pasan y dejan su huella y su impronta en los lugares, unas veces con más y otras con menos acierto. Hoy en día más que nunca, sabemos que el progreso y el bienestar van unidos a la conservación, que pasa desde la conservación del planeta, el clima, la biodiversidad hasta el patrimonio cultural. Y así está catalogada y protegida por la ley nuestra iglesia igual que los restos de nuestro castillo o los yacimientos prehistóricos, como el de Loma Galera. Bienes de interés cultural. Pensemos pues dos veces las cosas antes de intervenir alegremente en ellos, ya que es muy triste oír a mis mayores decir "qué bonita era la iglesia ".

NOTAS:

1.- Construcción que utiliza piedras sin trabajar unidas con mezcla.
2.- Bloques de piedra trabajados por canteros.
3 la pasta al igual que la medida de estos ladrillos (5x11x30) difiere de los utilizados en la obra de ampliación del XVIII que tienen (4x14x28).
4.- Cuando apareció esta puerta se pidió que el trabajo en esta zona se hiciera con más cuidado para evitar dañarla o bien nos permitieran hacerlo con la colaboración voluntaria de un arqueólogo que se ofreció a estudiarlo y según los resultados poderlo conservar. A partir de este momento se nos prohibió la entrada por parte del encargado de la obra no reconociendo la voluntad de colaboración tanto del párroco como del Ayuntamiento imposibilitando así la toma de datos y de fotografías.
5.- Esta Iglesia no contaba con sacristía por lo que bien pudo ser utilizado como armario para guardar los objetos litúrgicos.
6.- Las medidas de las puertas y ventanas se han tomado desde el interior por lo que hay que considerar que variarán en el exterior por estar achaflanadas.
7.- Los "cajones" son una técnica constructiva que utiliza una especie de marco formado por tres filas de ladrillos de 6'50 x 1 metro y rellenos de manipostería.