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Aproximación a las
vicisitudes del proceso de cristianización de la Taha de
Marchena
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Emilio García Campra
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Como es conocido, tras los sucesos de finales de 1499 y
1500, los mudéjares del antiguo emirato granadino, por las
llamadas capitulaciones de la conversión, pasan a
formar la comunidad de los cristianos nuevos o moriscos.
La Taha de Marchena fue uno de los distritos alpujarreños
de entonces que más intensamente sufrió los horrores de
aquella guerra. Recordemos que, para reprimir la sublevación
de los mudéjares que cercaban el castillo de Marchena, Don
Pedro Fajardo acudió en su socorro desde Murcia y, en los
primeros días del mes de febrero del recién entrado siglo,
se produjo La Cabalgada sobre Alhama, que segó la
vida de numerosas personas y el saqueo de sus bienes. Seguramente
ello fue el presagio de otros fatales golpes que, poco después,
el destino tenía reservado a este pueblo.
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La capitulación de
la Alpujarra, dada en Granada el 30 de julio de 1500, incluía
también a los mudéjares de la Taha de Marchena. Su conversión
debió de producirse alrededor del 2 de diciembre de este año,
fecha de una orden de pago dada por los Reyes a su tesorero
Alonso de Morales y a favor de los mercaderes Pero Martínez
y Diego Álvarez, en liquidación de lo entregado a distintos
moriscos de múltiples lugares, según relaciones nominales
confeccionadas por Fernando de Cafra. En una de tales nóminas
aparecen... ciertos alguaciles de la taha de Marchena,
e Verja e Vera e otras partes, que son por todos cinquenta
e ocho personas... quienes llamados a Granada fueron obsequiados
con sedas y paños de vestir por importe de 183.168 maravedíes,
como premio a su conversión (Ladero Quesada, 1988:460). Al
parecer, las personas bautizadas fueron en total 2.347, de
una población de
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Bautismo de moriscossegún
F. Heylan (Láminas para la "Historia eclesiástica
de Granada", de J. Antolínez
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alrededor de 3.000 (1). El año siguiente fueron confirmados
en la fe estos cristianos nuevos por el obispo de Almería Juan de
Ortega, como se desprende de la carta que la reina Isabel, informada
por Gutierre de Cárdenas, escribe al obispo en 4 de abril de 1501
... quanto fruto hase vuestra estada en esa tierra... Yo vos
ruego y encargo lo continueys y en todo lo que pudiérades y vos
ocurriere favorezcáis e ayudeys a los nuevamente convertidos a nuestra
santa fe... (Ladero Quesada, 1988: 472).
En consecuencia, es a partir del año 1501 cuando surge la necesidad
de contar con una red de iglesias para lograr la cristianización
de los nuevamente convertidos. Mientras permanecieron en vigor las
anteriores capitulaciones, las de la rendición, que garantizaban
el respeto a las leyes y la religión de los vencidos, al menos teóricamente
no había por qué erigir templos cristianos, especialmente en las
zonas habitadas mayoritariamente por mudéjares, como es el caso
de la que nos ocupa. De algunos aspectos de este proceso de cristianización
y de la consideración final que todo ello nos suscita, dentro del
marco temporal comprendido entre el siglo XVI hasta mediados del
XVII, es a lo que pretendemos aproximarnos en este trabajo.
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Danza morisca, según
Weiditz
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Las disputas por el reparto de la jurisdicción
eclesiástica.
En 21 de mayo de 1492 se erige por don Pedro González de
Mendoza la catedral de la ciudad de Almería. Se trata de una
erección genérica, no pormenorizada. La ordenación
territorial eclesiástica de reino granadino se configura por
primera vez en un memorial que los Reyes Católicos envían
al Papa Alejandro VI en 1493 (Suberbiola Martínez, 1985:65-66).
Surgen entonces cuatro diócesis: Granada, Málaga, Guadix y
Almería. Concretándonos a la diócesis de Almería, vemos que
en dicho memorial se le asigna expresamente... las villas
e lugares de la taha e encomienda de Marxena... Pero los
límites territoriales que proponía el memorial
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quedaron supeditados y en parte modificados por las respectivas
ordenaciones diocesanas, de rango superior. En 15 de octubre de
1501, se produce la erección de las parroquias de Granada. Las de
los demás obispados del reino, por diferentes motivos, se demoraron
hasta el 26 de mayo de 1505. En la correspondiente al obispado alménense,
los lugares de la taha de Marchena, entre otros, ya no aparecen
adscritos al mismo, como tampoco a ninguno de los demás obispados.
¿Qué ocurrió para esta omisión? Hasta la fecha se han manejado varias
hipótesis sobre lo sucedido. La más reciente, deja zanjado este
asunto con una resolución judicial sobre límites, emanada en 1509
de las autoridades eclesiásticas y en la que, se supone, el fallo
podría haber incluido a estos lugares en la diócesis granadina (López
Andrés, 1995:68-69). Sin embargo, la información que aportan diferentes
documentos existentes en el archivo de la catedral de Almería, desvelan
que las disputas de jurisdicción por los lugares de esta Taha continuaron
algunos años más. En apretada síntesis, veamos la secuencia cronológica
de los hechos.
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Adecuadas para el culto cristiano
las antiguas mezquitas, apreciamos cómo estas primeras
iglesias se ornamentaron muy sencillamente
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En 21 de abril de 1502, sólo un año y pocos meses después
de la conversión general, el Deán y Provisor del obispado
almeriense despachó el siguiente título: ...Acatada la
abilidad e la suficiencia de vos el venerable padre Fernán
López, presbítero de la diócesis dejahen, es mi voluntad
de vos encomendar e por la presente os encomiendo el oficio
de la vicaría de la villa de Marchena con su taha e vos
doy todo poder conplido para que podáis húsar e exercer
el dicho oficio de vicario tanto tiempo quanto fuere mi
voluntad (2). Seguramente actuó así al amparo
de la ordenación propuesta en el aludido memorial de 1493.
Así las cosas, en
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la visita pastoral del arzobispo de Granada Fray Hernando
de Talavera, al parecer efectuada también en 1502 (Garrab, 1954: 198-226),
las pretensiones de jurisdicción eclesiástica almeriense sobre estos
lugares de Marchena quedaron truncadas, pues en su viaje el arzobispo
... pasó por las dichas tahas, yendo de camino, e le contentaron
tanto que de fecho las tomó e incorporó en el arzobispado de Granada,
lo qual diz quel dicho arcobispo avia fecho, por quanto en aquel tiempo
no avía quien se lo contradixera ni de ello reclamase...(3)
Es decir, que de fecho pasaron a la jurisdicción de Granada, de la
mano de una autoridad tan relevante como la de Talavera. Esta actuación
debió de tenerse en cuenta al tiempo de la erección parroquial almeriense
(26 de mayo de 1505), pues como hemos visto, en ella ya no figuran.
Es al fallecimiento de este arzobispo (ocurrido el viernes 14 de mayo
de 1507), cuando el Deán y Provisor almeriense Francisco Ortega
vuelve a la carga. Sólo trece días después |
del óbito, el jueves 27 de mayo,
se presenta en la iglesia de Alhama y ante su justicia, concejo
y regimiento, toma la posesión. En apéndice documental, dada
la rica información que nos suministra, transcribimos íntegro
el acta que se levantó entonces. De igual forma actúa en otras
iglesias de aquellos lugares. No obstante, la recuperación de
esa jurisdicción eclesiástica debió de ser efímera, retomándola
nuevamente Granada en fecha que ignoramos. El obispo Juan de
Ortega se hallaba entonces lejos de Almería y enfermo. Además,
las disputas que sostenía no eran sólo de orden interno con
la propia organización eclesiástica granadina; tenía también
abierto otro frente con el |
Aunque los nobles, en general, mostraban
escasa preocupación por la situación espiritual de sus
vasallos moriscos
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Marqués de Villena. Es en tiempos del obispo fray Hernando de Villalán
cuando vuelve a reactivarse la reclamación. Villalán, que en esos
momentos había iniciado la ingente obra de la construcción de la
nueva catedral almeriense, solicita al Rey, con los argumentos que
ya hemos referido, mandase al corregidor de Almería ponerle en posesión
de la dicha taha. Carlos V, por Real Cédula expedida en Madrid el
11 de diciembre de 1524, emplaza al arzobispo de Granada para que
dentro de los 40 días siguientes... ynbies ante nos al nuestro
consejo los títulos y escrituras de racón e derecho que tenéis a
la dicha taha y lugares suso dichos (4). Desconocemos
el contenido de la resolución real, que debió producirse antes o
al tiempo de la famosa reunión en Granada del Emperador con relevantes
personalidades, (el obispo almeriense Villalán, entre otras), en
1526, pero evidentemente fue favorable a Granada, ya que desde aquellas
fechas es constante la relación jurisdiccional de nuestra Taha con
aquella diócesis.
Las primeras iglesias.
Los documentos ya citados, relativos a la toma de posesión en 1507
de las iglesias de la jurisdicción de Marchena, en nombre del obispo
de Almería, contienen una rica y hasta la fecha desconocida información.
Adecuadas para el culto cristiano las antiguas mezquitas, apreciamos
cómo estas primeras iglesias se ornamentaron muy sencillamente.
En primer lugar, vemos que la ordenación eclesiástica de esta Taha,
bajo la denominación de Vicaría, se adaptó en sus aspectos jerárquico
y territorial a la existente en la época nazarita, en la que los
alfaquís y cadís eran proveídos por mano del alfaquí mayor de
Almería. En consecuencia, abarca los diez lugares dados en señorío
a don Gutierre de Cárdenas, entre los que se distribuyen una parroquia
principal y nueve anejas. Seguramente en tal distribución se tuvo
en cuenta el rango de capital de la Taha que entonces tenía Alhama
(Cara Barrionuevo, El Eco de Alhama, Nº.6, 1998:4-8), pues su iglesia
se erigió bajo la advocación de Santa María de la Encarnación. La
dedicación de la iglesia principal a Santa María, a menudo bajo
una advocación, se repite casi siempre y tiene el sentido de reafirmar
una de las creencias fundamentales del cristianismo, la maternidad
divina de María, frente a la concepción islámica de Cristo como
un simple profeta (Martínez Sampedro, M.D.1989; 602).
Observamos también que todos los miembros de los concejos son moriscos.
Necesitan de intérprete para entenderse con los visitantes. A continuación
del nombre cristiano, figura el anterior musulmán y la edad. En
Alhama, Alonso Mosta, que antes se llamaba Çadyd Almosta. es un
caso de sorprendente longevidad: tenía 102 años. Seguramente algunos
de los alguaciles que comparecen son los mismos que, llamados por
Cisneros en 1500, acudieron a Granada a convertirse. Años después,
alguno de éstos aún permanecía en el cargo, como es el caso del
aguacil alhameño Diego de Alfahar, que en 1515 interviene en una
escritura de concordia en su calidad de alguacil viejo, posiblemente
el principal de la taha, pues para entonces contaba con 68 años
de edad. (Cara Barrionuevo, El Eco de Alhama, Nº 6,1998, 4-8).
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El mismo día 27 se posesiona el deán
de la iglesia de la Santísima Trinidad, de Huécija, dándoles
seguridades a Pedro Álvarez de la Minera, cura de dicho lugar,
y a Rui Díaz, presbítero, en el sentido de que por esta dicha
obediencia no le pare perjuizio alguno. Entre otros fueron
presentes Alonso Alguaz, que se llamaba Mahamet Alguaz, aguacil,
de 48 años, y Pedro Xuben, que antes se llamaba Alí Xuben, de
52 años, y Francisco Muçera, que se llamaba Mucacayd, de 70
años. Compareció también Pedro de Morales, alcayde de dicha
taha. Aclara aquí que cada iglesia tiene pintado el retablo
conforme a su vocación. La visita continuó el día siguiente
en la iglesia de Santiago, de Terque, tomando posesión ante
el cura Diego Ramírez. Pasan después a Alhabia, en cuya iglesia
de Santa Ana está presente Juan de Naveda, presbítero de la
diócesis de Burgos. Por lengua e interpretación de Antonio de
Soto, se expuso al pueblo lo mismo que en las demás iglesias,
en presencia, entre otros, de Pedro de Alcalá, que se llamaba
quando moro Hamete, de edad de 70 años, y Fernando de
Alcalá, antes Bulcaçin, de 30 años, aljamiado. La visita personal
la suspendió aquí el deán, si bien dio poder al vicario Fernando
López (que hemos visto nombrado en 1502), para continuarla en
su nombre en las restantes iglesias, a saber: la de Rágol, que
se llama San Miguel, a donde es cura Pedro de Rioconcho, de
la diócesis de Burgos; la de Instinción, llamada de San Pedro
y San |
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Pablo, donde es cura el citado vicario Fernando López, de la diócesis
de Jaén; la de Alicún, que se llama San Sebastián, donde es cura
Rui Díaz, de la diócesis de León; la de Bentarique, llamada de San
Juan Evangelista, de donde es cura Andrés de Montemayor, de la diócesis
de Córdoba; la de lllar, llamada San Juan Bautista, donde solía
ser cura Pedro Sánchez Vizcaíno; y de la iglesia de Alsodux,
que se llama La Magdalena, donde es cura Matheo Caraoz, de la diócesis
de Huesca, del Reino de Aragón.
Los Cárdenas, señores de Marchena, y sus relaciones
con la Iglesia.
Teresa Enríquez. Óleo de Sor Inmaculada López de Lama. Después
de las mencionadas capitulaciones de la conversión, debió
de producirse alguna inquietud entre los nobles, no sólo en lo tocante
al nuevo régimen fiscal de sus vasallos sino también por aquellas
cláusulas que preveían la dotación de clérigos y sacristanes para
impartir la nueva fe. Un poder no sujeto a su control
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señorial podría fiscalizar su actuación. De aquí que algunos
señores se apresuraran a neutralizar este peligro impetrando
de Roma el derecho de patronato y presentación sobre
las iglesias de sus señoríos. Se aseguraban así, entre otras
cosas, la fidelidad de tal personal religioso, al ser directamente
elegido por ellos. El primero y uno de los pocos que obtuvo
esta clase de privilegios mediante bulas papales fue don Gutierre
de Cárdenas, por concesión de Alejandro VI, posiblemente en
el curso del 1501 (5). Ello suponía dotar al Señorío
de Marchena de un amplio grado de autonomía tanto civil como
eclesiástica, habida cuenta que la bula incluía, además de
los citados derechos de patronato y presentación, la
percepción por el señor de todos los diezmos, sin exclusión
de parte alguna (testamento de Doña Teresa Enríquez, cláusulas
31 y ss.) Pero también suponía que Roma ponía ya en cuestión
el Real Patronato, otorgado con anterioridad a los Reyes Católicos
sobre todas las iglesias del Reino de Granada (Bula Orthodosae
Fidei, de Inocencio VIII, en 1486). Sin embargo, el poderoso
Comendador Mayor de León desapareció pronto de la escena.
Fallecido en 31 de enero de 1503, el usufructo del cuantioso
mayorazgo que había fundado pasó, por disposiciones testamentarias,
a su viuda Teresa Enríquez. Entre los bienes y derechos vinculados
a este mayorazgo, se incluía la villa de Marchena, con su
jurisdicción, tributos y rentas. Será, pues, esta magnífica
señora quien le suceda en el gobierno, hasta su fallecimiento
en Torrijos el 4 de marzo de 1529.
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Teresa Enríquez.
Óleo de Sor Inmaculada López de Lama
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Aunque los nobles, en general, mostraban escasa preocupación por
la situación espiritual de sus vasallos moriscos, parece que una
de las excepciones fue Teresa Enríquez. Así, según se desprende
de diferentes cláusulas testamentarias, juzgando insuficiente la
remuneración a percibir por los clérigos, según la bula papal establecida
en 7.500 maravedises (sólo los beneficiados de Alhama, Huécija y
Alicún recibían un salario algo superior, 9.750 mrvds), acrecentó
sus estipendios hasta 15.000 mrvds. anuales... porque se hallasen
personas más idóneas y suficientes para el servicio de dichas iglesias
y para la doctrina de los nuevamente convertidos; elevó a 20.000
mrvds. el salario del vicario para que tuviese más cuidado de
la dicha gobernación; y asignó 10.000 mrvds. a un visitador
que dos veces al año visitase las dichas iglesias y clérigos
... (cláusula 31 de su testamento). Igualmente alude a la fundación
en 1511 del monasterio de religiosos en Huécija, de la orden de
San Agustín, bajo la
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Así
las cosas, a finales de 1578 el Dr. Alonso López Carvajal,
en nombre del arzobispo Juan Méndez Salvatierra, visita
las Alpujarras.
En
esta jurisdicción, sólo las Iglesias de Alhama
e Instinción se habían salvado de la quema.
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advocación de Santa María de Jesús, para que trabajen
de doctrinar e instruir a los nuevamente convertidos de aquella
tierra en las cosas de nuestra santa fe. Es la primera
y única fundación monástica efectuada por la nobleza en tierras
de señorío en todo el Reino de Granada y, hasta la creación
del monasterio de Ugíjar, es también la única institución
regentada por el clero regular en la Alpujarra (Pérez Boyero
1999:489). Dentro de esta misma línea de generosidad, no obstante
haber dejado de ostentar en 1515, en pugna con la Corona,
el derecho de patronato y presentación sobre las iglesias
de este señorío, parece que siguió pagando a los clérigos
el nivel de salarios prometidos y, al menos, hasta el indicado
1515 - en que renunció a las rentas de los habices - costeó
los ornamentos y libros y campanas y cálices y patenas
y cruces y otras cosas de que han sido enteramente por nosotros
proveídas.
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Sin embargo, sus sucesores no estaban dispuestos a continuar
su política. A su hijo Diego, que obtuvo por merced de los Reyes Católicos
el recién creado Adelantamiento de Granada, al parecer no le gustaba
demasiado que su madre gastara tanto dinero en limosnas y fundaciones.
Según los cotilleos de la corte, decía:... Tengo un mal nuevo y
que no suelen padecer los hombres, que es el mal de madre (Fernández
Fernández, 2001:19). El remedio de aquel mal lo atajaron sus descendientes
dejando de pagar a los clérigos los salarios estipulados por su madre,
mostrándose remisos en la reparación de los templos o negándose absolutamente
a ello, como más adelante veremos. |
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Si bien en un primer tiempo de la conversión se organiza
la labor misionera al objeto de obtener la unidad religiosa,
las formas externas típicamente moriscas se respetan. Paulatinamente
se va experimentando un giro hacia la represión de usos y
costumbres moriscas, de lo que constituía la esencia de su
propio ser. Las conclusiones a que llegó la Congregación de
expertos reunida en la Capilla Real de Granada en 1526, marca
el comienzo de la segunda etapa de endurecimiento de tal represión.
Uno de los problemas abordados fue el de la falta de construcción
de iglesias, reiterando Carlos I a los señores temporales
la obligación que a ello tenían. Pero también saltaron a la
luz otros aspectos de la situación existente entonces. Un
personaje en nada sospechoso, el Dr. Galíndez de Carbajal
(que participó en aquella reunión y conoció las encuestas
y pesquisas reservadas mandadas realizar por Carlos I en la
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mayor parte del obispado granadino), en el informe que emitió se
refiere a algunos clérigos viciosos que habían acudido a medrar
y a los que califica como lobos robadores e instrumento de perdiçion
(Gil San Juan, 1988:388). Sin duda, otros estarían henchidos de
la bondad evangélica, pero siempre suenan y escandalizan más las
conductas infames. En cualquier caso, para el bajo clero, la situación
en general debió de resultar difícil en un mundo hostil de teóricos
parroquianos. El cura llegó a ser la piedra del odio popular (Bernard
y Domínguez, 1978:141)
Dentro de esta nueva etapa, en 1527 (aún en vida de Teresa Enríquez),
los hacedores de rentas del Arzobispado de Granada, siguiendo las
resoluciones de dicha Congregación, además de exigirle para su Fábrica
Mayor lo cobrado por habices hasta 1515, pretendían también el cobro
del excusado o diezmo del feligrés más rico de cada parroquia. En
nuestro caso, el terremoto de septiembre de 1522 ya había reducido
a ruinas las viejas estructuras islámicas transformadas en iglesias.
De la documentación consultada se desprende que el cabildo granadino,
tras el seísmo, intervino en la construcción de las de nueva planta.
Así, según un informe de 1530, las de Rágol, Instinción, lllar,
Bentarique, Terque, Alhabia y Alsodux están començadas a abrir
las cajas y anse de acabar los materiales que están allegados.
El parecer, todas estas obras obedecen a un plan estructural trazado
y controlado por el maestro mayor Rodrigo Hernández (Gómez-Moreno
Calera 1989:189-192). Posiblemente en 1544, cuando se produce la
visita de Don Bernardino de Cárdenas Pacheco a esta Taha, estaban
terminadas.
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Sin embargo, la presión de todo orden
iba en aumento, hasta alcanzar (rebasada la mitad del siglo
XVI) una excitación casi permanente en los espíritus (Bernard
y Domínguez, 1978: 145). En nuestro caso, la situación debió
verse agravada, si cabe, ante la ruina causada por las fuerzas
de la naturaleza. Así, en enero de 1567, seguramente con los
primeros ruidos de la radical Pragmática de Felipe II, relativa
a la expulsión, hay noticias de que cuatro pueblos comarcanos
se alzaron a causa del descubrimiento del cadáver de un vecino
de la propia Alhama, matando a cuatro soldados los insurgentes
(Bernard y Domínguez, 1978:146). Uno de los caudillos del levantamiento,
El Rami.era natural de Instinción. El capitán Farax, negro de
Terque, era de poca calidad, pero ninguno más bravo y valiente
que él, al decir de Pérez de Hita. Sólo había pasado poco
más de un mes de haber estallado la rebelión, cuando desde Granada
escribe Francisco de Ribera: ...han quemado todos los templos
y hecho pedazos los santos y llevado las cruces y pasado a cuchillo
los |
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cristianos que no querían renegar; han sembrado todas las Iglesias
y caminos de hojas de Moral, y de las hojas de los libros de las
Iglesias y de las casullas han hecho banderas; y de las estolas
en cintas que traen las espadas, y a los perlados y priores de los
monasterios y religiosos de la Orden de San Agustín, que eran trece
... ( Burón, p. 353).
En los momentos culminantes de la expulsión de los moriscos por
el puerto de Almería (noviembre/diciembre de 1570), se practicaron
diversas operaciones de limpieza en las tierras del interior,
lo que incluyó una nueva cabalgada por Marchena. A pesar de que
el botín de esclavos obtenido se ofreció a precios irrisorios, quedó
sin poderse vender al contado, según manifestó el contador-partidor
que intervino en la pública almoneda, Cristóbal de Benavides (Cabrillana,
1989:284). Si bien, al parecer, los casos fueron excepción, se llegó
a comerciar con algunos niños moriscos, seres que por su edad no
fueron expulsados. Así, Diego el Piqui Gallego, morisco de Alhama
de Marchena, que debía al regidor almeriense Pedro Mártir de Gibaje
50 ducados, entregó en 19 de diciembre de 1570, dos de sus hijos
para que acudieran con la soldada de ellos en quenta de los dichos
50 ducados
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Fachada del Convento
de San Agustín en Huécija.
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ducados. El aludido regidor tenía también encomendado
un niño de nueve años llamado Luis el Piqui, igualmente de
Alhama. En 18 de enero de 1571 lo cedió a Pedro Montesinos,
a quien serviría en el oficio de calzador, pagándole 4 ducados
anuales por la cesión. Bajo este panorama desolador, se cierra
el periodo morisco y, como podemos apreciar, con evidente
fracaso del proceso de cristianización.
La actuación señorial con los nuevos tiempos.
Así las cosas, a finales de 1578 el Dr. Alonso López Carvajal,
en nombre del arzobispo Juan Méndez Salvatierra, visita las
Alpujarras. De manera lacónica, pero precisa, relata el estado
en que se encuentran cada una de sus iglesias, transcurridos
diez años de la iniciación de los sucesos antes referidos.
En esta jurisdicción, sólo las de Alhama e Instinción se habían
salvado de la quema. En las demás, se decía misa debajo
de un colgadizo. Al referirse a Alhabia, manifiesta que
...y aquí están reducidos los vecinos del lugar de Alhama
la Seca...y que su iglesia está por quemar y no avita nadie
en el lugar (Gómez-Moreno, 1987:355-367) .El arzobispo
Méndez, ante la negativa de don Bernardino de Cárdenas y Portugal
a los reparos, interpuso en 1583 pleito ante la Justicia Real.
El pleito se siguió por más de 15 años. En tiempos del arzobispo
Pedro de Vaca y Quiñónez, recayó sentencia en la que se restituían
a la iglesia las rentas habices, pero lo relacionado con la
reconstrucción de templos pasó a sustanciarse en otra Sala.
Ante estas dilaciones, se produce un impresionante
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informe sobre el estado material de estas iglesias,
realizado en 1590 por su vicario Juan de la Trinidad (hijo del escribano
almeriense del mismo nombre), quien poco después acompañó al visitador
Jorge de Baeza Haro. Especifica que ocho de las diez iglesias se encuentran
quemadas por los moriscos y hundidas, y enfatiza:... a visto por
vista de ojos (los del visitador citado) la ruyna de las yglesias
de los dichos lugares, descubiertas, hundidas y sin puertas, por lo
cual se a visto los cuerpos de los |
difuntos que se an enterrado en algunas de las dichas yglesias
desenterrados y comidos de perros y lobos, y otros animales
apacentar la yerba que en ellas hace con la pluvia del cielo,
sin ornamentos ...(6). Ante la urgente necesidad de
los reparos y en vista de las dilaciones, el Consejo por Cédula
despachada el 4 de agosto de 1593, mandó al corregidor de
Guadix embargase todos los diezmos de la taha, por tiempo
de dos años, dando cuenta seguidamente al arzobispo para que
se gastasen en los reparos. Debieron de ejecutarse entonces,
pues en diferentes registros notariales de los primeros años
del siglo XVII, se hace referencia a contratos de obligación
para suministros de cales y otros materiales, destinados a
la reconstrucción de las iglesias.
Pero los Duques de Maqueda fueron denunciados nuevamente
ante el Tribunal
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La
fundación de la Cofradía o Hermandad de San Nicolás
de Barí, como sabemos, tuvo efecto el 28 de enero de
1704 y la ratificación de su patronazgo por las autoridades
eclesiásticas granadinas en noviembre de 1783 |
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Eclesiástico en 1644, tras la visita de don Antonio de Casasola,
en nombre del arzobispo don Martín Carrillo, habida cuenta de que...
las nueve iglesias de los lugares de que se compone, estaban
tan arruinadas y deformadas y sin lo necesario para el culto divino
... por lo que se embargaron nuevamente los diezmos, nombrándose
como depositario a Cecilio de Torres, mayordomo de los duques ...
y en orden a que saliesen a menos coste, se hicieron sin las
formas y trazas convenientes por su duración...Visto lo cual,
en agosto de 1655, fueron examinadas por el maestro mayor de obras
del arzobispado Alonso Benítez quien vio, quitó, enmendó y puso
lo conveniente. En visita personal de 1656 a todas las Alpujarras,
el arzobispo José Argaiz apreció que algunas cosas de las ejecutadas
aquí excedían de lo necesario, por lo que las moderó para
aliviar los gastos del duque. En 1658 sólo faltaban por reedificar
las de Instinción y Rágol. Se tasó y liquidó lo construido hasta
entonces por el citado maestro mayor y Juan de Ortega, alarife granadino.
Tras lo cual, en noviembre de 1659 se levantó parcialmente el embargo
de las rentas, reteniendo sólo la cuantía de mil ducados al año
para atender a la reedificación de las citadas de Instinción y Rágol,
a lo que apelaron una vez más los duques. Esta situación continuó
más adelante, pero queda fuera de los límites temporales a los que
necesariamente hemos de ceñirnos (7).
La iglesia y el Patrono de Alhama .
La mezquita de Alhama, convertida como hemos visto en la iglesia
de Santa María de la Encarnación, por el terremoto de 1522 debió
de quedar inservible para el culto y, además, al resultar el lugar
deshabitado, no había necesidad de continuar impartiéndolo allí.
Así, en el informe que hemos citado de 1530, no se menciona su iglesia
y el propio marqués, cuando describe en 1572 su señorío a Felipe
II, se remonta al momento del seísmo y dice: los lugares que
allí tengo son nueve, porque otro que avia llamado Alhama se perdió
por el temblor de tierra (A.G.Simancas. Cª Cª Leg.
2172). Sin embargo, la existencia física de esta iglesia o al menos
lo que quedara de ella, resulta evidente por la citada visita de
1578. Ello quizás explique la aparición de personal adscrito a la
misma en el momento de la rebelión de los moriscos, pero desplazado
a las zonas donde se había asentado la población. Así pudo suceder
con su beneficiado Juan Luque, una de las víctimas del asedio al
convento agustino de Huécija (Buron, p. 361). Después de la expulsión
de los moriscos, las diferentes visitas realizadas por personal
civil para comprobar el proceso de repoblación, confirman la continuidad
de la situación de abandono de Alhama, con la mayoría de sus casas
hundidas. AI respecto, no pueden ser más gráficas y sugerentes las
palabras del mencionado vicario Juan de la Trinidad al referirse
a Alhama: La yglesia de Alhama. Hecha un corral y cayda que está
tal que combendrá profanilla (8). La persistencia de
esta situación obligó a su nuevo concejo a continuar practicando
la trashumancia, reuniéndose a deliberar y tomar acuerdos en Huécija
o Alhabia; situación que se repitió durante bastantes años, no obstante
haber reaparecido el agua (9). Así, pues, si bien no tenemos
certeza de cuándo se levantó de nueva planta esta iglesia, por el
momento pensamos que fue después de 1650. La información que nos
suministran hasta esa fecha los pleitos sostenidos con los duques
sobre reedificación, aquí comentados, nos inclina a tal suposición.
En ellos se hace referencia a las nueve iglesias de los dichos
lugares, siempre como número total y sin citar en ningún momento
a Alhama.
La fundación de la Cofradía o Hermandad de San Nicolás de Bari,
como sabemos, tuvo efecto el 28 de enero de 1704 y la ratificación
de su patronazgo por las autoridades eclesiásticas granadinas en
noviembre de 1783 (Amate Martínez, M.C. 1999:19 y s.). Sin descartar
la hipótesis de que fueran los nuevos pobladores los que trajeran
consigo la devoción al Santo (10), su origen bien pudiera
remontarse a la época morisca. A este respecto recordemos que el
arzobispo Talavera (que visitó estos lugares sobre 1502), había
erigido en plena morería de Granada la parroquia de San Nicolás...
la de San Nicolás Obispo, donde la universidad desta ciudad celebra
su fiesta: y los estudiantes llevavan su Obispo vestido de Pontifical:
el qual tenía su silla junto al altar mayor según vi en mi puericia:
costumbre tan antigua de esta ciudad, que tuvo principio en su primer
arzobispo don fray Fernando de Talavera: el qual acostumbraba, como
en todas las iglesias Catedrales de aquel tiempo, elegir de entre
los moços de coro un Obispo el día de San Nicolás, cuya dignidad
duraba hasta el día de los Inocentes (Bermúdez de Pedraza, Antigüedad,
fol II2v.) Siguiendo pautas parecidas, la popular fiesta del obispillo,
que en aquellas fechas también se celebraba en la catedral alménense
y en donde fue prohibida en 1524, es posible que se proyectase aquí
como un factor más de evangelización. El sentido de autocrítica
de la sociedad y sus estamentos mas altos, en concreto los clericales,
con independencia de otras connotaciones profanas, dotaba a esta
celebración de un alto valor simbólico. Se llevaba así a la práctica
el verso del canto del Magníficat (Le. 1.52): Arrojó del trono
a los poderosos y levantó a los humildes. Seguramente el inicial
significado de aquella fiesta, con el paso de las intensas convulsiones
que sufrió la comarca de Alhama, quedó reducido a una difusa e imprecisa
tradición de respeto y admiración a la figura de San Nicolás, conservada
y transmitida por la exigua población que en la zona permaneció.
Quizás de aquí pudo derivar su devoción y consiguiente patronazgo
en este pueblo, del que como tal ... se ha tenido desde tiempo
inmemorable, según se dice en la aludida ratificación. Y en
fin, dentro de esta línea, resulta significativo observar como la
primitiva advocación de su iglesia a Santa María de la Encarnación,
que con el abandono del pueblo pasó a la de Huécija, no se recupera
al tiempo de su restauración. Toma el mismo título del patrón, San
Nicolás. Quizás ello sea un indicio más de que, en la memoria histórica
de aquellas gentes, el santo permanecía como singular referente
religioso.
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Conclusiones.
Los moriscos eran muy rentables
como vasallos debido a su capacidad de trabajo y sumisión
a los desmesurados impuestos. Quien tiene moro, tiene oro,
decía el refrán, De aquí que los señores se erijan en defensores
de sus vasallos cambiando dinero por favores ( Sánchez Mesas,
E. 1997: 105 y ss.). La resistencia señorial a colaborar
en la construcción de las iglesias puede considerarse una
faceta más de esa actitud de defensa o tolerancia, cuya
compensación residía en el cobro del llamado precio de la
fe. A juzgar por los informes remitidos a la corte por los
beneficiados y provisores eclesiásticos, la protección prestada
resultó muy eficaz, pues muchos años después de haber recibido
el bautismo, los ritos y prácticas musulmanas pervivían
muy arraigados entre los moriscos. Sucedía así en todos
los lugares de señorío, incluso en aquellos en los que se
supone que el esfuerzo evangelizador fue mayor, al menos
durante algún tiempo, como es el caso del llevado a cabo
por doña Teresa Enríquez en su taha o condado de Marchena
( Pérez Boyero, E. 1999:490 ). Por ejemplo, el ya citado
presbítero Juan de Naveda, en el transcurso de un pleito
de 1549, declara que los cristianos nuevos que se entierran
en el monasterio de los agustinos lo hacen por ser como
es tierra virgen, de la qual ellos son amigos, pero que
no mandan nada al dicho monasterio. En el mismo pleito,
el zambrera Pedro Alarife, vecino de Tabernas, asegura haber
ido a todas las bodas que se suçedían en el dicho condado,
pues le alquilavan para venir a ellas a zambrar (11). A
este respecto, recordamos que existían mandas piadosas de
forzoso cumplimiento y, en cuando a las zambras, aunque
toleradas, se vigilaba que no se cantasen loores a Mahoma
u otra cosa que fuese ofensiva a nuestra fe (Gallego Burín
1996:244).
Perdidas las fuentes de riqueza
con la expulsión de los moriscos y en tanto la nueva población
se va estabilizando y se inicia la recuperación económica,
debió de atravesarse una fase verdaderamente crítica. El
tan repetido Juan de la Trinidad, en 18 de noviembre de
1590, clama de esta insostenible situación desde Instinción,
donde reside como vicario:., vista la ruyna que cada día
sobrebiene mayor en las yglesias de este partido y el poco
remedio y cuidado que el Duque de Maqueda y sus gobernadores
tienen del reparo y hornato dellas y lo muncho que ponen
en la administración y cobrança de los diezmos para los
remitir, como en efecto lo hazen, olvidados de la obligación
con que los gozan y disfrutan pues del reparo y culto de
las iglesias...(11). Pero con el transcurrir de los años,
consolidada un tanto la repoblación, las palabras de vicario
Juan de la Trinidad continuaban siendo válidas. Los sucesivos
pleitos que hemos referido así lo confirman.
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APÉNDICE DOCUMENTAL
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Diligencias de la toma de posesión de la villa
de Alhama.
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ACAL. Reales Ordenes, n° 1-2
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En la villa de Alhama, que es en la Taha de Marchena, que es de
la señora doña Teresa, muger del muy magnífico señor don Gutierre
de Cárdenas, Comendador Mayor de León de la Orden de Santiago, que
santa gloria aya, jueves, veinte e siete días del mes de mayo, año
del nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo de mil e quinientos
e siete años, dentro de la yglesia de nuestra señora Santa María
de la Encarnación del dicho lugar de Alhama, en presencia de mí
Antonio de Molina, presbítero, notario apostólico e de los testigos
infraescriptos, el reverendo señor el bachiller don Francisco de
Ortega, deán de Almería, provisor en lo espiritual e temporal della
e de todo su obispado por el muy reverendo señor don Juan de Ortega,
obispo de Almería, propuso e dixo las cosas siguientes a la justicia,
concejo y regimiento de dicho lugar que presentes estaban. Hízoles
un habla provechosa para sus curas y consciencias e instruyéndoles
en las cosas de nuestra santa fe cathólica pront spris sun desit
loqui illi. E luego hízoles relación, reduciéndolo a su memoria
en como en los tiempos pasados el dicho señor obispo de Almería,
nuestro señor, e sus provisores e vicarios e oficiales e visitadores
estovieron en la posesión ve/ casi en las iglesias de los lugares
de la dicha taha, usando de la jurisdicción diocesana y en pas en
ellas y en cada una dellas, baptizando, confirmando e proveyendo
religiosos e ministros para el servicio e culto divino de las dichas
iglesias, segund que aquesto e otras cosas munchas a ellos constava
y era notorio. Que después, por algund espacio de tienpo que avrá
dos años poco más o menos, el reverendísimo señor don fray Fernando
de Talavera, arzobispo de Granada, cuya ánima Dios perdone, de hecho
e qontra derecho se entrometió e engerió a hazer algunas cosas,
perturbando la dicha posesión que tenía e ha tenido el dicho señor
obispo de Almería, su señor, en la qual ha ávido alguna tolerancia
por algunas causas que siendo necesarias se dirán en su devido tienpo
e lugar, de las quales una es ( la de ) teniéndose expellido por
su potencia e favor, la qual como agora cese por su fallecimiento,
luego con la mayor instancia que podía ser es venido e vino el dicho
deán e provisor a continuar la dicha posesión en nonbre del dicho
señor obispo e de su yglesia. Ende dixo que les rogaba e amonestava
e mandaba en virtud desta obediencia, que de aquí adelante obedezcan
en todo e por todo al dicho su señor obispo e a sus oficiales en
su nonbre, aviendo a ellos recurso como a prelado (I v.) inmediato,
la su merces era y es presto de les ayudar e favorecer como a tales
subditos, justamente, mediante e faciendo conplir todo aquello que
prelado e superior es obligado a hazer con sus sufragáneos; a lo
qual fueron presentes el aguazyl Diego Alfahar, que se llamaba Hamet
Alfahar. de hedad de sesenta años, e Fernando de Flores, que se
llamava Mahamet Naguar, de hedad de sesenta años, e Pedro Arreyna,
que se llamaba Abdalá Arreyna, de hedad de cinquenta años, e Gil
Arrubidla, que se llamaba Cacín Baraca, de hedad de sesenta años,
e Pedro Berenge, que se llamaba Mahamet el Berenge e de hedad de
sesenta años, e Diego el Pequí, que se llamaba Abdalá el Pequí,
de hedad de quarenta años, e Alonso Mosta, que se llamaba Cayd Almosta,
de hedad de ciento e dos años, e Juan Albichinze, que se llamaba
Alí Albichinze, de edad de cinquenta años, e Pedro Zamba, que se
llamava Mahamet Zamba, de hedad de sesenta e dos años, e Alonso
Benahataf, que se llamava Hamet Abenahataf, e otros munchos a los
quales se les declaró todo lo suso dicho por lengua e interpretación
de Juan de Sepúlveda, presbítero, cura de dicho lugar de Alhama,
e de Antonio de Soto, presbítero.
E luego todos los susodichos, cristianos nuevos, dixeron en sus
dichas lenguas que eran e son vecinos deste dicho lugar e que saben
que toda esta dicha taha de Marchena e la taha de Alboloduy e la
taha de Luchar hasta una enzina grande questá cerca de una sierra
o cerro que se llama Fech Albolota donde vierten las aguas hazia
la mar, toda esta dicha tierra se regó e gobernó sienpre, desde
tienpo inmemorial acá, por la dicha cibdad de Almería, e que asy
lo oyeron decir e platicar a sus progenitores e que cada e quando
que se proveía los alfaquís e cadís de las dichas tahas de Marchena,
Luchar e Boloduy se ven proveídos por mano del alfaquí mayor de
Almería, e que quando se arrendavan las alcabalas o otros dineros,
asy en tienpo de moros como de cristianos, que se arrendavan (2)
desde el dicho cerro que se llama Fex Albolota hasta Almería,
e que sabe que de la yglesia de Almería fueron baptizados e cathetizados
e confirmados por el dicho señor obispo de Almería e por su mandado
e que se acuerdan quel obispo que los confirmó se decía don Juan
de Ortega e que siempre ellos han estado e obedecido los preceptos
e mandamientos del dicho señor obispo de Almería, e que asy como
honbres que les consta todo lo" suso dicho ser asy, que ellos en
nombre e a voz de todo el dicho lugar de Alhama e concejo del, obedescían
e consentían el dicho mandamiento e que obedescían al dicho señor
deán e provisor en nombre del dicho señor obispo e de su yglesia
e que son prestos a ocurrir a él e obedescerle todo e por todo e
a su señoría e a sus oficiales asy como subditos e sufragáneos suyos.
Testigos Gyply el Mosar e Antonio de Quintana Dueñas, criados del
dicho deán y provisor.
E luego el dicho señor deán e provisor, continuando la dicha posesión
e visitación, les preguntó por interpretación del dicho Antonio
de Soto que si estavan contentos con el dicho Juan de Sepúlveda,
cura suso dicho, e que si les doctrinava e administrava bien en
las cosas de su ofiçio e de nuestra santa fe cathólica e
todos juntamente respondieron que eran muy contentos con él e que
hazía muy bien su oficio e les doctriva sus hijos e que no tenían
quexa alguna del. Testigos los dichos.
E luego el dicho señor deán e provisor dio su provisión en forma
al dicho Juan de Sepúlveda de cura e vicario de la dicha yglesia,
firmada de su nonbre e de mí el dicho notario, el qual dicho cura
juró las cosas siguientes, conviene a saber, en forma de derecho
en las manos del dicho señor deán e provisor. Testigos los dichos.
MI: Las provisiones. Asy mismo el dicho deán e provisor dixo, que
mandava dar e dio su provisión en forma a Francisco de Quesada,
sacristán de la dicha yglesia. Testigos los dichos.
Las cosas que el dicho Juan de Sepúlveda, cura, juró son estas:
Ox fidelis erit dúo tiempo Johani de Ortega civitat almenen ox
eios subcesoribos ox offitialibos vitem eios gerentibos ox servabit
illos sentías ox proposse fatiet servan ./ (2v.) Ox Mandato sua
sancta ox honesta adimplevit. / Ox nil alienabit de bonis Ecclie
sine ipíos licentia ./ Ox jura Ecclie pro posse petet ox defendent
utillia eios procurando ox nociva visitando, etiam pos tempo fit
negotiis propii patromonii ./ Ox ni Ecclie personal e residebit.
Ox de serviet ni ordine ox ipios cura requirit temporibus conghniis.
A lo qual fueron presentes los dichos e les fue interpretado por
el dicho Antonio de Soto, presbítero.
Los bienes que se hallaron a la sazón en la dicha yglesia son los
siguientes, de demás y allende de otros que dixo el dicho cura que
están en poder del señor alcayde Pedro de Morales: Un cinborio
puesto en medio del altar, dorado. / Un retablo de lieço embastado
en madera de la Salutación de Nuestra Señora y un crucifixo encima.
/ Otro rebablo de Heneo pintado a la Pandes (...) a de Nuestra Señora
con un Johan abracado a la cruz. / Un misal con un facistol, pintado.
/ Una ara con sus corporales y un patenario de palo y una cruz de
aranbre./ Unos manteles y un frontal de fustán de labores con una
tonaja. / Unos candeleros con sus cirios y otras cosas pertenecientes
al culto divino. Los cuales segund se entregó al dicho Juan
de Sepúlveda y él se hizo cargo dellos y firmólo de su nombre. Juan
de Sepúlveda ( rubricado).
El luego el dicho señor deán y provisor dixo que, los dineros de
la visitación que se le debe al obispo, su señor, como diocesano
e a él en su nombre, él por el presente los suelta con tal condición
questo no pare perjuizio al derecho de su señoría para en lo adelante.
Testigos los dichos.
|
NOTAS
|
1.- (A)rchivo (G)eneral
(S)imancas. Diversos de Castilla, Leg. 8, folio
79. |
2.-, 3.- y 4.- (A)rchivo
(C)atedral de (Al)mería. Reales Ordenes, I-I, 1-2-
y 1-3 |
5.- (A)rchivo (H)istórico
(N)acional. Consejos. Patronato. Leg. 15.851. Granada
y Alhabia. |
6.- A.G.S.CªCª
Leg. 2.215 |
7.- Para los principales
hitos del pleito seguido por la Iglesia con los
Duques de Maqueda, nos hemos servido de un curioso
documento dado a la imprenta en Granada el año de
1662, y cuya portada Ilustra este artículo. |
8.- A.G.S.
CªCª Leg. 2.215 |
9.- A.H.RAL. Protocolos
notariales, Huécija, 1600, recoge numerosas reuniones
del Consejo de Alhama, reunido en Huécija o Alhabia. |
10.- Ya desde setiembre
de 1570 operaban por la jurisdicción de Almería
un grupo de soldados pertenecientes al Tercio de
Ñapóles, capitaneados por el maestre de Campo don
Pedro de Padilla.También estaban enrolados algunos
sicilianos y napolitanos en las galeras de Gil de
An-drade.Tomaron parte en varias cabalgadas. Es
el caso de un tal Bautista de Acosta, natural de
Trápala, o del napolitano Sacri-ponte de Cárdenas
(sic) "hombre de guerra" (Cabrillana, 1989:82-83). |
11- Archivo
Real Chancillería de Granada, (3-13241-7). |
l2.- A-G-S.C.Cª.Leg.2.2l5 |
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BIBLIOGRAFÍA
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Toledo 1992 (Transcribe íntegro el testamento de
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2001 (Transcribe íntegro el testamento de Teresa
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A. "La Repoblación del Valle medio del Andarax
(Taha de Marchena, en el último tercio del siglo
XVI " Comunicaciones. San Lucar B, 1991. Agradezco
sinceramente a este autor el haberme facilitado
tan generosamente la documentación del AGS.( Leg.
2215). |
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R. G."Hacienda Regia y Población R. Granada"
Granada, 1997 |
PÉREZ BOYERO,
E. Actas Congreso Internacional Mudejarismo.
Teruel, 1999. |
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