EL ECO DE ALHAMA NÚMERO 6 | ALHAMEÑOS ILUSTRES |
Guillermo Artés Artés |
Toda una vida dedicada plenamente a la enseñanza |
CARMEN RODRIGUEZ MAZO |
... y según bajo la cuesta desde la Plaza de la Iglesia hasta la Carretera Nueva, en la acera de la izquierda, me encuentro las escuelas. Lugar donde durante tantos años las niñas y niños de Alhama aprendieron a leer y escribir, cada cual dentro de sus posibilidades, ya que cuando había que ir a la vega, la escuela no parecía ser asunto prioritario para la mayoría de los padres. Cuando llego a la primera escuela, me encuentro un portal con dos puertas, la de la derecha es de una casa, la de la izquierda no me cabe duda de lo que es, ya que la melodía de la "tabla del siete" que sale de dentro me indica que al subir los escalones estoy dentro de una clase donde el número de niñas es inmenso. Las edades oscilan entre los cuatro años y los trece. Rodeada de ventanas hace que la luz invada unos pupitres verdes que dan un tono muy particular a la clase. Al fondo, unas barandas también verdes, y unos escalones, separan el lugar donde se encuentra la maestra del resto de las alumnas. Veo a una de ellas que comparte el sitio del pupitre con su hermano pequeño, tal vez solo tenga un par de años, pero su madre no tiene mas remedio que ir a "la faena" y no tiene con quien dejarle. Al verme entrar una voz firme pero suave y amable, hace que todas las niñas se levanten y en tono rítmico me deseen buenos días. Yo me dirijo hacia esa voz y me encuentro a la maestra que con una sonrisa se dirige hacia mi ofreciéndome su mano. Es Doña Carmen Rodríguez Mazo."
Esta podría ser la narración de cualquier persona que durante unos años de la vida de nuestro pueblo se acercase a la escuela de Doña Carmen, como se le ha conocido siempre en Alhama.
Sobre ella voy a escribir unas líneas para que todos sepamos tal vez un poco mas sobre la vida de esta Alhameña que como diría su hermano Manuel, ".. no sabe ni hacer un guiso, ya que su vida la dedicó plenamente a la enseñanza". Nació en Alhama de Almería, en la calle Bilbao, el día 1 de Mayo de l.912. Hija de Cristobal Rodríguez Martínez y Raimunda Mazo Galvez. Fue la mayor de cinco hermanos, Carmen, Cristobal, relojero que murió a los 47 años viviendo en Córdoba, Manuel, dedicado a la carpintería, Nieves y Raimunda.
Ingresa en la escuela de muy niña, teniendo como maestra a Doña Laureana "la Vieja" (como se le conocía popularmente), en donde realiza todos sus primeros años de estudios. Esta escuela sería la misma donde muchos años después se jubilaría como maestra. Situada en la cuesta desde la plaza a la Carretera Nueva, y que después de ser ambulatorio del pueblo, hoy en día acoge la emisora municipal y el Centro de la Mujer.
En el año 1.923 se traslada desde la calle Bilbao a la casa donde pasa el resto de su vida y donde vive actualmente en la calle Santo Tomás.
Comienza a estudiar el Bachiller por libre, siendo su maestro D. Emilio Miranda, obteniendo en el curso de 1.925 a 1926 un Sobresaliente con Matricula de Honor en la Asignatura de Geografía e Historia de España y Europa, con un diploma que lo acredita con fecha 1 de Octubre de 1.926. Esta fue la tónica dominante a lo largo de todos sus estudios.
Ya que el deseo de sus padres desde siempre había sido que fuese maestra, por lo que dedicaron todos sus esfuerzos a ello, una vez acabados sus estudios de Bachiller, ingresa en la Escuela Normal de Magisterio, situada en la calle Gerona de Almería.
En el año 1.932 termina la carrera de maestra, obteniendo el titulo correspondiente.
Realiza las prácticas con una maestra llamada Doña Apolonia. Siendo interina realizó una sustitución a una maestra que había en Galachar, siendo este su primer destino. Posteriormente fue destinada a Villaricos, lugar donde solo había un cuartel de carabineros y varios cortijos. Población dedicada a la pesca, por lo cual y debido a que desde la escuela se divisaba el mar, cuando las embarcaciones del pueblo volvían con pesca, "no podía aguantar a las chiquillas en la escuela, pues corrían desesperadas para ver el fruto del trabajo de sus padres."
Es opositora del año 1.934, y cuando las aprueba es destinada a Las Canalejas, un anejo de Cuevas de Almanzora, lugar donde pasa la Guerra Civil Española. Una vez terminada la Guerra, continuó los años de posguerra en el mismo lugar debido a la suficiencia de recursos y a la gran escasez que había en nuestra zona. Allí eran labradores y no había falta de alimentos, por lo que prefirió permanecer unos años mas aunque estuviese un poco mas lejos.
Por entonces ganaba 250 pesetas al mes, y el habilitado le descontaba 15, quedándose en 235, sueldo que para una familia en esa época era la salvación. Pagaba en la casa donde vivía 100 pesetas al mes y el resto lo dedicaba a los distintos gastos. Recuerda que las niñas le comentaban "menudo baúl de ropa tendrá Vd. Doña Carmen", pues por entonces se dedicaba bastante tiempo a preparar el ajuar y otras ropas necesarias para la casa. Las niñas llevaban a la escuela unas sabanas, donde ella que necesariamente tubo que aprender a bordar y coser para poder aprobar la carrera, les dibujaba unas cenefas para que después realizasen a punto de cadeneta, bonitos bordados.
Permaneció en Las Canalejas hasta el año 1.945 que es trasladada a Canjayar. Allí realizó una gran labor docente durante 16 años, pasando por sus manos varias generaciones de alumnos. Siendo hoy en día muy querida y recordada. También y a lo largo de estos años formó parte de la Sección Femenina, algo que por esas fecha estaba muy en auge, llegando a tener un cargo de responsabilidad dentro de este tipo de asociación.
En el año 1.961 y a la muerte de su madre, es destinada a Alhama, en la misma escuela donde había pasado su infancia.
Nada mas llegar, D.Gaspar, maestro que por entonces impartía clases también en Alhama, le pasó los niños más pequeños, tarea complicada pero que ella supo sacar adelante con éxito.
Al principio de los años 60 confluían en la misma clase niños de todas las edades, desde los que empezaban a leer y escribir, hasta los mayores a punto de abandonar la escuela. Debido al gran número de alumnos que había y a la variedad de enseñanzas que se tenían que impartir, muchas veces los alumnos mayores ayudaban a la maestra con los mas pequeños para que la cosa fuese mas llevadera. Posteriormente al final de los años 60 se implantó el nuevo sistema por edades y cursos y después de los primeros años, los alumnos pasaban al colegio que hoy en día es de Primaria. A pesar de todo Doña Carmen continuó siempre con los mas pequeños hasta que en el año 1.979 se jubiló, siendo Inspectora Doña Josefina Barón, con la que durante años había colaborado en las visitas a la escuela de nuestro pueblo.
El día 26 de Noviembre de 1.979 y una vez jubilada, tomando en consideración su gran labor de toda una vida dedicada a la enseñanza, le es concedido el Lazo de Alfonso X El Sabio, pasando a obtener el trato de Ilustrísima Señora.
Se realizó un homenaje en el Ayuntamiento de Alhama, en el que junto a Moncada Calvache, se le impuso el escudo de nuestro pueblo, siendo por entonces alcalde de Alhama D. José Antonio Picón García.
> Posteriormente, en colaboración con el Ayuntamiento y con la presencia del Gobernador Civil y demás autoridades competentes en materia de educación, se realizó un acto en el Hotel Balneario San Nicolás, donde se le hizo entrega de forma protocolaria de dicho Lazo, participando los alhameños y demostrando el afecto hacia su persona y reconociendo la labor realizada durante tantos años.
Hoy en día se encuentra en su casa de la Calle Santo Tomas, tranquila, disfrutando de sus recuerdos y de sus seres mas queridos que le rodean, son muchas las personas que le visitan y he de decir que las horas que mantuve a su lado cuando realizaba esta entrevista, observé como a pesar de sus ochenta y seis años, y de no estar físicamente en óptimas condiciones, continua derrochando esa amabilidad, sencillez, amor por la cultura, pues pasa largas horas leyendo, gusto por entablar una conversación tranquila, algo que caracteriza a las personas de su generación, y en términos generales, continua siendo esa persona a la que tantas generaciones de alhameños agradecen su entrega y dedicación para con sus alumnos durante toda su vida. Guillermo Artés Artés